Por si quedaba algún tipo de duda, Leticia Sabater no aprovechó la compleja operación de estética a la que se sometió recientemente para intervenir en uno de los grandes problemas de la polifacética artista. No, no sean malpensados. Hablamos de su oído, y ya puestos, de su criterio musical. Los cirujanos que le pusieron la aberrante y postiza "tableta de chocolate" pasaron de largo. Claro está, Sabater estaría incapacitada para cantar debido a la anestesia. Quizás si hubiera regalado al personal médico un avance del tema que acaba de presentar públicamente, se lo hubieran planteado seriamente. De hecho, la intervención podría haber sido más drástica. Pero no fue el caso, y desgraciadamente muchos hemos tenido dificultades para tragarnos el desayuno al sentir|oír (y ver) 18 centímetros papi: "Aberración" es la primera palabra que viene a la cabeza después de ser torturado por la infernal canción.

Esta nueva creación, heredera de otros himnos freakies de la barcelonesa como El pepinazo, La Salchipapa o El polvorrón, nos presenta un nuevo (y deplorable) estilo made in Sabater: El electroporno. Basándose en un ritmo digno de los poligoneros más radicales, nos ofrece un catálogo de rimas de preescolar con el tema del sexo como única preocupación de una Leticia que intenta seducirnos vulgarmente, como se puede comprobar en el videoclip. El colmo del esperpento, cuando llega la estrofa de "que rico despertarme contigo desyunando hamburguesa, jugando a pringarme la cara cono tus 18 centímetros de mayonesa". No hay más preguntas, señoría. Lo que sí que hay es una avalancha de mofas en Internet.

Aguantar los 5 minutos del vídeo son una insoportable sesión de masoquismo audiovisual, que tendrían que recibir la calificación de residuo nuclear peligroso por parte de los responsables de Youtube. El único mérito de Sabater, sin embargo, es el de haber conseguido el objetivo de querer ser como Madonna: Canta tan mal como ella. Aunque Madonna se opere mucho mejor.