Uno de los mejores programas matinales de la parrilla televisiva lo tienen cada día en La 2, en el circuito en catalán de TVE, con el programa que presenta la gran Gemma Nierga, Cafè d'idees. El talento de la periodista catalana en su máximo esplendor. Pregunta lo que toca y crea un clima cálido, y los invitados se dejan ir cuando la tienen en frente. Como ha pasado este martes con Josep Bou.

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Josep Bou y Gemma Nierga en 'Cafè d'idees' (TVE)

Invitar a alguien como el presidente del grupo municipal del PP en el ayuntamiento de Barcelona es saber, casi seguro, que alguna hará. El hombre con más apellidos catalanes de la historia, según él, y candidato a la alcaldía de Barcelona, no ha defraudado. No ha defraudado, no porque haya dicho grandes reflexiones, sino porque ha hecho de Bou, desbarrar. Por ejemplo, diciendo que en la política hay mucho embustero, o cuando se ha mostrado convencido de que Juan Carlos ha cometido alguna ilegalidad, como todos: "Si Hacienda nos revisara a usted o a mí, ¿quiere decir que no encontrarían alguna cosa?", le pregunta a una Nierga que le niega la mayor.

El momento culminante, sin embargo, ha llegado cuando presentadora e invitado han abordado la cuestión lingüística en Catalunya, inmersión, bilingüismo, lenguas en peligro, etcétera. De todos es sabido que para Bou y para su partido, la lengua que según él está en peligro de extinción es el castellano. Pero una cosa es tener poca vergüenza diciendo eso con la boca grande y la otra, aportar ejemplos ridículos que han hecho que Nierga pusiera cara de no saber dónde mirar. Bou ha utilizado una fruta, un melocotón, para ilustrar sus teorías:

Esperpéntico. Quizás es que no había desayunado bien. Por favor, a partir de ahora, le pedimos a Nierga que cuando lo vuelva a invitar, aparte del cafetito, le ponga a Bou un vaso de zumo al lado. Evidentemente, de melocotón. O de présico. O de presco.