Ha pasado poco más de un año pero Jorge Javier Vázquez ya puede decir que se ha repuesto casi totalmente del ictus que sufrió en marzo del 2019. El presentador catalán de Sálvame ha necesitado dos operaciones y algunos meses de recuperación. Un proceso rápido en comparación con el de otros pacientes que han atravesado esta misma situación y han tardado mucho más en superar las secuelas. Famosos como la actriz Silvia Abascal o el exyerno real Jaime de Marichalar pueden dar fe de ello. Pero el de Badalona se encuentra perfectamente y, después de un test rutinario que le han hecho en el hospital, los médicos le han recomendado que haga vida normal. Lo explica en su blog de la revista Lecturas, en un artículo en el que aprovecha también para cargar contra los tertulianos ultraderechistas de la tele.

Jorge Javier Vazquez GTRES

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Jorge Javier ha pasado una noche ingresado para la prueba: "Como es con sedación y trajinan una arteria, tengo que pasar la noche en el hospital por prevención", explica. Lo ha acompañado su exnovio, el escurridizo Paco, que prefiere mantenerse siempre en segundo plano. "Me encanta venir de vez en cuando al hospital para pasar una noche. Tengo la sensación de que mi vida, que normalmente tiene un ritmo endiablado, se vuelve aquí un poco más lenta. Me permito el lujo de desconectar y no hacer nada". Los doctores revisan que todo esté en orden y le dan la buena noticia: todo está bien. "Me dan cita para dentro de seis meses. Que trabaje lo que me dé la gana. Así que, por favor, que la gente deje de decirme que baje el ritmo". Alegría del presentador con los doctores, seguida de un dardo contra los mediáticos de extrema derecha que últimamente pasan de los consejos del personal sanitario: "Llamadme raro, pero para cuestiones médicas me suelo dejar guiar por lo que me digan los médicos. Igual que para saber del coronavirus prefiero a Fernando Simón en vez de a cualquier tertuliano fascista. Cosas mías".

A la atención de los colaboradores ultras de Telecinco como Alfonso Merlos, Javier Negre y compañía. Jorge Javier no descansa en su combate contra la extrema derecha ni cuando se acaba de despertar de la anestesia.