Salvados ha liderado el domingo en España con una cifra espectacular: 18,3% y 3,3 millones de espectadores. De estos, medio millón eran catalanes. En Catalunya también fue el programa más visto de la noche (15,8%). Algunos se quedaron seducidos por cómo Maduro giró el ultimátum: "Imagínese que doy 7 días a la UE para reconocer la República catalana". A la derecha española no le hace falta eso para seguir detestando al presidente venezolano. El fin de semana ha sido un estúpido debate sobre a quién se puede y quién no se puede entrevistar. Lo más penoso es que ha sido un debate protagonizado por periodistas. Los que critican a Évole por entrevistar al hombre más buscado del Planeta lo hacen por envidia. Cualquier periodista querría estar en el lugar de Évole y que sea Évole y no ellos quien haga las preguntas los corroe.

Ha reaccionado todo el mundo a la entrevista. Los que critican que Évole promocione el espacio con un gancho del mismo Maduro:

La competencia que querría haber hecho ellos la entrevista y varios políticos del PP se lamentan. El diario El Español tiene una rabieta de niño pequeño por no tener Maduro y acusan a Évole de no hacer las preguntas que ellos harían "Évole se prestó a actuar como personaje secundario con frase en uno anuncio publicitario de su régimen y no preguntó por los campos de exterminio". La respuesta es fácil: trabajad para conseguir la entrevista.

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La Sexta

Lo más llamativo no es que la derecha mediática enloquezca sino la ausencia de compañeros de su misma empresa dando apoyo a Évole. ¿Dónde están Susanna Griso, Matías Prats o Pablo Motos? Griso entrevista al día siguiente a Juan Guaidó y Motos a Sergio Ramos. Todo en orden.