El Barça vuelve a bailar. Después de unas vacaciones más intensas que cualquier partido de la temporada pasada, los culés han dejado los yates, las playas y los hoteles atrás para volver a centrarse en jugar a fútbol y hacer disfrutar a todos los fanáticos que los esperaban con ansias. Realmente, durante el último mes hemos visto toda la plantilla en todas partes y no ha quedado ningún sitio mítico por visitar: Lewandowski en Mallorca, Cubarsí en Grecia, Araújo de boda, Ter Stegen con la nueva novia, Fermín por Formentera, Lamine Yamal con la fiesta de su cumpleaños... pero uno de los que más ha sorprendido ha sido Pedri, porque ha ido a un lugar poco habitual para los jugadores de fútbol, a Tanzania.
Pedri es diferente dentro y fuera de los terrenos de juego. El mago y la brújula de este equipo lleno de éxitos, lejos de unas vacaciones llenas de joyas, lujos y fiestas, ha querido pasar los días libres con la familia. En el país africano, de hecho, viajó al lado de Fer, su hermano, y sus padres, María Rosario y Fernando. Entre jirafas, elefantes y monos, los protagonistas disfrutaron de unos días espectaculares y, pocos días después, el crac culé hizo otro viaje en un lugar todavía mejor, su favorito. Porque sí, no hay nada mejor, cuando has estado un tiempo fuera, que volver a casa y eso hizo Pedri durante el mes de descanso.
No ha sido hasta hoy, que el mago culé ha compartido su recopilación más especial y lo ha anunciado con una historia de su lugar más característico, el Teide. Eso escribe: "De cuando estuve en el Teide". Dentro del álbum de fotos encontramos momentos con amigos, una visita al club de lucha de su pueblo, Tegueste, y, el mejor momento de todos, cuando Pedri volvió a vestir los colores que lo vieron hacer los primeros toques de pelota. Porque sí, el futbolista blaugrana visitó su municipio natal y, aparte de ver a todo el mundo, emocionó a los aficionados más fieles jugando de verde con el escudo del Tegueste. El culé formó parte de un partido de veteranos, con un equipo del Barça, dedicado a su abuelo y, después, firmó la camiseta blaugrana a todos aquellos que se lo pedían.
Mientras entrena, Pedri piensa en las islas que siempre llevará al corazón. Por eso, ayer compartió una fotografía del Teide y no quiso olvidarse de Tegueste, el sitio que lo vio crecer como persona y jugador de fútbol. Ahora el culé triunfa y es feliz, pero siempre tiene un ojo en el lugar donde todo empezó. Las vueltas siempre son bonitas y Pedri lo ha hecho en su mejor momento como futbolista. Porque sí, por muchos campos en que juegue, ninguno será tan especial para él como el Campo Municipal de Tegueste. Qué maravilla de jugador, dentro y fuera del campo, el mago de las sonrisas.