A Jordi Cruz no le importa meterse en jardines. El popular chef se vio envuelto en la polémica de los becarios o de la cantidad de horas que hay que trabajar. Él compara su juventud con la actual y asegura sentirse “decepcionado”. El catalán compartió algunas reflexiones y anécdotas en el conocido podcast de Vicky Martin Berrocal, “A solas con”, y se ha mostrado triste con la actitud de muchos jóvenes. Ve que se quejan de la vida que les ha tocado vivir, pero no se esfuerzan mucho. Quieren el éxito con el mínimo esfuerzo.
Para él es fundamental formar equipo, algo que en los últimos años no ha conseguido. “Me encantaría decirte que estoy feliz y poner una cara alegre pero no, este año me ha machacado mucho el tener que remar yo solo”. Ha dicho que para él no es necesario “tener estrellas Michelin” y que se sentiría satisfecho “con un carro de hot dog, haciendo los mejores del mundo, no necesito ser reconocido ni ser el mejor chef del mundo. Lo hago por el equipo, por la realización personal del conjunto”.
Los jóvenes se quejan pero no quieren esforzarse
Si ve que alguien puede dar más de sí y tiene madera para convertirse en alguien grande en la materia, no duda en “apretarle”. Ha hecho alusión a la cultura del esfuerzo. Sabe que el día de la mañana se lo agradecerán y se acordarán de él. “¿Quieres aprender? ¿Quieres estar fuerte? ¿Quieres correr rápido? Pues te tienes que apretar. Me gusta si eres esa persona a la que se puede apretar, que tiene buena actitud, y hoy en día eso no está, no lo veo, y lo echo de menos”.
El catalán ha confesado que él, cuando era joven, “con 18 años las cosas tampoco eran fáciles, entonces había dificultades también. Pensé que jamás tendría una casa bonita o un apartamento, y a día de hoy tengo una buena casa porque he currado como un desgraciado”. Lo ha referido en alusión a lo que comentan las nuevas generaciones, que dicen “que la cosa está fatal, que es imposible comprarse un piso y todo eso”.
Jordi Cruz quiere dejar un legado tanto a sus hijos como a las nuevas generaciones que pisen la cocina. Ser recordado por algo. “Hay una cosa que se llama realización personal. Puedes estar feliz en tu trabajo, con tu familia, pero, ¿a qué venimos? ¿A consumir recursos naturales nada más? No, a aprender, a que si haces algo bien te sientas realizado y dejes un legado que va a perdurar y eso mola mucho. Solo se consigue currando”. Es una gran motivación.
