Como cada día, de lunes a viernes a las ocho de la mañana, el presentador del programa de radio, El Món a Rac1, Jordi Basté, ha leído en riguroso directo su delantal. Un discurso, de pocos minutos de duración, que le sirve para reflexionar y dar su opinión acerca de uno de los temas más candentes de la actualidad. Durante la mañana del jueves 25 de febrero se ha centrado en recordar la vida que llevábamos antes de la pandemia del coronavirus, cuando las reuniones con amigos y el ocio nocturno estaban a la orden del día. Y precisamente hablando de fiestas, el periodista y presentador catalán no ha podido evitar acordarse de Neymar. ¿Qué ha dicho?

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Jordi Basté, Sergi Alcàzar

"Un día, hace muchos años, tuve la curiosa experiencia de vivir un partido del Barça en casa de Neymar con un amigo en común y la familia del brasileño". Así ha empezado el delantal de Basté en su programa matinal de radio. Una espectacular casa en la que el presentador se quedó sorprendido por las "vistas espectaculares de Barcelona, desde Pedralbes hasta el mar". Aunque, recordando el momento que compartió con el de Brasil, ha desvelado lo que se encontró en la casa del futbolista y que incluso le llamó más la atención que las vistas panorámicas. "Justo encima de la mesa del comedor tenía colgando una bola de discoteca. No se de dónde la sacó, ni si era una metáfora de su vida, pero la relación entre Neymar y el ocio nocturno salia de la discoteca y estaba dando vueltas lentamente en el techo de su casa en Barcelona".

Unas palabras, hablando de ocio y discotecas, que han servido a Basté para confesar cómo se comportaba él cuando acudía a los locales nocturnos. "Éramos muchos los que nos trabajábamos las discotecas desde la barra. La copa, la mirada y un suave movimiento de caderas", ha confesado. Un tiempo pasado que muchos desean que vuelva cuanto antes. "No hace mucho de esto, pero demasiado a la vez. Pronto hará un año que estamos sin reír, e incluso pidiendo perdón por excedernos durante una noche", ha rematado Jordi Basté. Razón no le falta. Amigos, música, risas, agua con misterio y bailar hasta ver salir el sol. Qué sensación aquella.