Desde que empezó el 2019, 52 mujeres han sido asesinadas en el Estado español, víctimas de la violencia machista. Una cifra que crece hasta las 1.028 víctimas mortales desde el 2003, el año que el Gobierno empezó a contabilizar las mujeres muertas a manos de sus parejas y exparejas. El lunes, día 25 de noviembre, el Día Internacional contra la Violencia de Género, fueron cientos de miles las mujeres que salieron a la calle a protestar contra esta lacra. Entre ellas, algunas famosas que aprovechan su popularidad para poner cara a la violencia machista y denunciarla. La exdiputada Mireia Boya y la escritora Maruja Torres son algunos ejemplos de ello. También la actriz Itziar Castro, que se unió a la concentración feminista de Madrid.

Después de la manifestación, la intérprete catalana compartió en Instagram un vídeo de la protesta. Ella misma y un grupo numeroso de mujeres, gritando los nombres de las víctimas mortales de la violencia de género desde 2003. Josefa, 74 años. Ezequiela Mercedes, 60 años. Isatou, 18 años. Mirela, 21 años... Un listado larguísimo que pone los pelos de punta. Como también produce escalofríos la reacción de algunos chicos, muy jóvenes, que han visto la escena y niegan la violencia machista. Comentarios alarmantes que Itziar Castro denuncia con estas palabras:

"Me preocupa que la inmensa mayoría de jóvenes chicos que han escrito, dicen que la violencia de género no existe, que la violencia no tiene sexo. O sea, están utilizando el discurso total de ciertos partidos políticos a los que no voy a nombrar". La artista barcelonesa no los menciona pero apunta directamente a Vox y su perorata ultraderechista. La mayoría de estos chicos, que se coge al ideario negacionista de la extrema derecha, son menores de edad. De entre 15 y 17 años, explica Castro. Ante la falta de argumentos, los intolerantes se meten con ella por su físico: "Me dicen que no tengo cuello y que me fije en mi papada".

itziar castro ovarios instagram

@itziarcastro

Pero eso es lo de menos, sentencia, comparado con cómo de inquietante y perturbador es que las nuevas generaciones den pasos atrás en la lucha contra la violencia machista: "Me preocupa mucho que nuestros jóvenes piensen eso. Estamos haciendo algo mal con la educación. Si los jóvenes piensan eso, ¿qué no pensarán los mayores, sus padres?", se pregunta.