En un movimiento inesperado —pero para muchos, calculado—, Isabel Pantoja abandona definitivamente España y pone rumbo hacia uno de los destinos más idílicos del Caribe: Punta Cana, República Dominicana. La artista, que durante años ha vivido bajo el escrutinio mediático y judicial, ha decidido cortar de raíz con su pasado para comenzar una nueva vida en un paraíso libre de impuestos. La decisión ha causado conmoción entre sus seguidores, pero también ha despertado sospechas. ¿Qué hay detrás de esta fuga tropical? ¿Un retiro dorado o una maniobra estratégica para eludir responsabilidades fiscales y personales? Lo cierto es que la tonadillera ya eligió casa, aunque ni siquiera la ha pisado. La mudanza está en marcha y promete dar mucho de qué hablar.
Isabel Pantoja se muda a Punta Cana: lujo, anonimato y beneficios fiscales
De acuerdo con las declaraciones de Diego Arrabal en su canal de Youtube, la residencia elegida por Isabel se ubica en la exclusiva urbanización Los Corales, un enclave donde también reside nada menos que Julio Iglesias. De hecho, uno de los requisitos que impuso la cantante fue estar cerca de su viejo amigo, en una zona que rebosa glamour y discreción. La vivienda en cuestión —que ya está en trámites de adquisición— cuenta con más de cinco dormitorios, piscina privada, y zonas ajardinadas, diseñada para ofrecer la privacidad y el confort al que está acostumbrada desde sus años en Cantora.
Sin embargo, hay un detalle que no pasa desapercibido: Pantoja aún no ha visitado la propiedad. Ha tomado la decisión a ciegas, confiando plenamente en el criterio de su inseparable hermano Agustín, quien la acompañará en esta nueva etapa. Y mientras muchos se preguntan si esta mudanza será definitiva o solo temporal, lo cierto es que el entorno fiscal de República Dominicana ha sido un factor clave. Este paraíso caribeño no solo ofrece playas de ensueño y clima eterno de verano, sino también un marco tributario extremadamente favorable para quienes desean evitar la estricta presión fiscal europea.
Una estrategia de evasión o un renacer artístico en el Caribe
La mudanza de Isabel Pantoja no es solo una cuestión de bienestar personal. Según ha trascendido, ya tiene en agenda varios conciertos programados por el Caribe, entre ellos en Santo Domingo y Panamá —ambos enclaves conocidos por su fiscalidad relajada—. ¿Casualidad o coincidencia muy bien calculada? El mensaje es claro: Isabel Pantoja está harta de pagar impuestos en España. Multas, embargos y años de enfrentamientos legales han erosionado su paciencia y, probablemente, sus cuentas bancarias.
La elección de Punta Cana como nuevo hogar no parece casual. Se trata de una zona que, además de estar plagada de figuras de alto perfil, también ha acogido a varios empresarios vinculados a escándalos financieros. Es, en pocas palabras, un refugio fiscal que, entre palmeras y melodías de bachata, ofrece tanto privacidad como ventajas económicas imposibles de ignorar. A todo esto se suma la situación familiar de la artista, quien no mantiene relación con sus hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja, ni con sus nietos. Desvinculada de su círculo más íntimo y asediada por sus problemas judiciales, Isabel ha optado por empezar desde cero en un rincón del mundo donde su pasado no pesa... al menos, de momento.