Tot es mou es el segundo programa preferido de los catalanes por la tarde, tras Sálvame. Vicent Sanchis está en busca de un presentador para la segunda parte, la frívola, ahora que el fallido Lluís Marquina abandona la nave y la cadena. La decisión del sustituto no está tomada y todos los indicios revelan que se recurrirá a una cara de fuera de la cadena, un perfil más Dani Mateo y menos Marquina. TV3 va a menudo a comprar fuera de lo que no tiene en casa: Thais Villas, Anna Simón, Marta Torné, Javier Estrada... Este jueves hubo una posible candidata para la parte frívola: la misma Helena Garcia Melero.

helena g melero ríe TV3

Melero ríe, Tv3

El programa tiene una sección, Zona de distensión, con tertulianos del corazón como Laura Fa o Marta Pontnou, asesora de imagen, que se encarga de vestir a ERC. Hablando de ropa, Melero ha brillado. La naturalidad de Sálvame es enseñar cómo meriendan en plató. La naturalidad de la Melero es enseñar que las estilistas de TV3 la hacen salir más guapa que nunca con unos zapatos de tacón rojos de vértigo, pero la presentadora rompe el hechizo y muestra que luce stilettos cuando va de pie pero sentada en la mesa va con unas horrorosas y muy prácticas crocs.

melero zapatos TV3

melero crocs TV3

Melero con stiletto de cara y con crocs a escondidas, TV3

Vídeo:

Melero revela uno de los secretos de la tele, como Carles Francino hacía el TN  con bermudas: "¿A ver, por qué tengo que ir tres, cuatro horas con eso? (muestra los zapatos de tacón). Para estar sentada me pongo unas crocs. ¿Habéis flipado? Tienes que ir relajado...". Respuesta en plató de una malhablada Lorena Vázquez: "Si ahora vas con shorts me cago". Acto seguido entra la parte "divertida" del programa. Lluís Marquina: "Hoy hablaremos del limón y del su poder de limpieza y desinfección". Uf.

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Melero de pie, TV3

Melero puede hacer todo el Tot es mou. Un feliz intento de acercarse a la manera de hacer de Sálvame, fuera de guion y haciendo del presentador, protagonista. Muchos lo encontrarán inadecuado por TV3 pero si lamentamos el tono rígido y previsible de los guiones de Tot es mou, eso parece un soplo de aire fresco. O de olor a pies.