Glòria Serra es una de las periodistas más carismáticas de Catalunya. Con 61 años fue madre pasados los 50 con su novio Nacho, un argentino veinte años menor, tienen dos hijas gemelas adolescentes. Serra ha pasado por todas las cadenas de radio y TV más importantes, ha sido "chica Cuní" como copresentadora de debates en TV3 como L'aventura quotidiana hace veinticinco años, ha sido "chica Jordi González" copresentando La noria en Telecinco, de allí la fichó Antena 3 para un fallido programa diario pero la encajaron en el programa con el que todo el mundo la identifica: Equipo de investigación. No es la directora, ni la investigadora, es la que pone cara y, sobre todo, voz, con aquel estilo grave e impostado que se ha convertido en carne de parodia y marca de la casa cuando entona "La mafia de la harina" o "La estafa piramidal de las sartenes a domicilio". No hay muchos programas con tanta personalidad en La Sexta. Allí sigue Glòria Serra. Ha vuelto a RAC 1, fue tertuliana de Jordi Basté e íntima de Toni Clapés, como entrevistada en el pódcast de Marta Cailà Sense filtres donde varios famosos hablan abiertamente de sus problemas de salud mental. Glòria Serra ha reconocido que sufría agorafobia: miedo a salir a la calle, a los espacios abiertos, a espacios cerrados, al transporte público, a ir al súper...

Glòria Serra 2001, TV3
Glòria Serra 2001, TV3
Glòria Serra La Sexta
Glòria Serra en la actualidad, La Sexta

Glòria Serra: "Estuve 3 meses encerrada en casa por la agorafobia. Venía de un ataque de ansiedad en el trabajo que me envió al Hospital Clínic. Andreu Buenafuente me insistió en que fuera al psicólogo que me hizo ver que yo me engañaba, me ocultaba mi estado real. Cuando salgo del trabajo voy leyendo en el metro, a las ocho y media de la noche. Me acerco a las luces de la calle para poder leer. Me diagnosticaron agorafobia: leía por la calle o en el metro para no mirar dónde estaba. Para protegerme me inventé la historia del libro, leyéndolo por todas partes. Me hicieron tratamiento tres meses. Cuando me pasó era imposible que un programa de radio hablara de ello. Ahora tengo herramientas para evitarlo pero he sufrido agotamiento de estrés, pero aquello nunca más me ha pasado, aquel nivel de estrés y engañarme a mí misma".

U593136 011
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Glòria Serra es lo suficientemente generosa como para compartir un episodio personal que ejemplifica qué significa una enfermedad mental como esta: "Cuando me diagnosticaron yo salía del médico con mi madre y le dije que no podía cruzar la calle para coger el taxi. No podía explicar por qué no podía cruzar la calle, es muy difícil de explicar: sentía que si cruzaba la calle corría un peligro muy alto. Como si ahora me dijeran salta de la Torre Glòries. Aquello fue un shock. Me di cuenta de que en lugar de coger la boca de metro cerca de casa iba a otra más lejana porque eso me permitía no tener que cruzar la calle. Que tu mente te engañe y te falle fue un golpe muy duro. El psicólogo me dio herramientas para tranquilizarme y para salir de ello. Yo podía hacer más de lo que hacía sin que me generara problemas de salud mental. Lo que hacía mal era la manera de afrontarlo. No lo explicaba a los amigos porque la gente no lo entendía. Viendo la cara de mi madre cuando me dijo '¿Cómo que no puedes cruzar la calle?' No es por vergüenza que no lo explicas, es porque no te entienden. He tenido que cambiar de hábitos y aceptar que eres de una determinada manera. No se cura pero tratándolo vives una vida más real". El problema mental se trata pero siempre queda dentro, como una luz encendida. De alerta.