Todo estreno en TV3 merece una crítica televisiva. Tot es mou es un programa que merece análisis desde muchos puntos de vista: la producción propia, el tono, los invitados o la realización. Justo empieza a andar pero ya ha merecido una columna del decano de la crítica televisiva en Cataluña. Ferran Monegal no está demasiado de acuerdo en cómo Vicent Sanchis dirige TV3 y del programa de Melero ha dicho más bien poco. Lo ha utilizado como excusa para otra cosa. Sitúa el nuevo magazine en el saco de todos los espacios de la casa que, según él, "hacen como se hacía en aquellas jornadas de ejercicios espirituales de antes: predicar el credo como única verdad". No le ha gustado el entusiasmo con que, según escribe en El Periódico, Melero conectaba con el corresponsal de Bruselas para tratar la investidura de Puigdemont. Y Monegal hace de Monegal con una de sus expresiones más manidas: agit-prop: "Toda iglesia necesita agitadores expertos en propaganda". Cada día se parece más a su imitación.

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Hay que reconocer que se aplica la propia prédica sobre "morder hacia arriba". Deja de lado a Melero y señala a Pilar Rahola: "Le han puesto púlpito diario, porque para la buena salud del santuario, con sus sermones semanales en Preguntes freqüents no era suficiente. Pilar se acerca a la perfección en su apostolado. Su poder de inducción es insuperable". Sin hacer sangre le atribuye bajo mano una intención muy manoseada en los últimos tiempos: adoctrinamiento independentista. Como si todo fueran gigantes y no molinos de viento, para Monegal TV3 es una máquina al servicio de una idea. Y vaticina que los millones que reclama Sanchis caerán más pronto que tarde. Veremos.

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La conclusión del crítico es durísima: "Adiós a la Televisión Nacional de Catalunya. TV3 se ha transformado en el mejor canal privado catalán, con casi dos millones de afiliados. Ahora sólo falta arreglar el tema de quién paga el canal". Como si fuera Netflix, una cadena sólo para abonados: os dos millones que votan independentismo. A la misma hora que se estrenaba Tot es mou con un 14,2% La Sexta, cadena que paga a Ferran Monegal, emitía Más vale tarde y hacía exactamente la mitad de audiencia: 7,1%. De eso se trata, de poner la cadena que cada catalán quiera. Monegal tiene pendiente la columna que explique que estos dos millones miran TV3 porque las otras cadenas les ignoran.