Toni Vall, aparte de un crítico de cine excelente, a quien hemos visto haciendo recomendaciones y explicándonoslo todo, a menudo en TV3, sobre las películas, los actores, actrices y directores, es un romántico. Un romántico y un nostálgico de una época que lamentablemente, cada vez queda más atrás. Cliente habitual dels Encants, coleccionista de hallazgos antiguos y con un simbolismo de épocas pasadas, guarda carteles de cine, entradas, butacas e infinidad de objetos relacionados con la cultura. Además, echa de menos, como muchos otros, aquella época en la cual Barcelona estaba plagada de cines en todos los barrios. O de tiendas, cafeterías y comercios con personalidad e historia, y no como ahora, que todos parecen iguales, que está lleno de cadenas que encuentras en todas las partes del mundo y de una globalización que lleva a la extinción del encanto local.

Toni, más allá de ver películas y más películas, es un apasionado de ir a pasear por todas partes, y también, de sentarse en alguna terraza, distraerse, contemplar lo que tiene enfrente o estar relajado con una buena lectura. De hecho, la imagen que ilustra esta pieza corresponde a un día que justamente, estaba desayunando en una terraza de un bar. Vall, que acostumbra a verbalizar vía redes cuando alguna cosa le toca las narices, ha vivido diferentes situaciones en bares y terrazas. Algunas buenas, como cuando casi le cae una lágrima al comprobar que todavía hay clásicos como el 'Bauma' donde "Qué gusto pedir un bocadillo y que el pan esté fregado con tomate y no embadurnado con pestilente tomate rayado". Otras, de no tan buenas, como cuando se indignó de mala manera cuando fue al bar del Auditori de Barcelona y el precio final que pagó fue una indecencia: "En el bar del Auditori, un cacaolat y una caña pequeña de cerveza mala vale 6,40€. Un auténtico atraco. ¿Por qué este abuso?".
En el bar de l'@auditoribcn un cacaolat y una caña pequeña de cerveza mala vale 6,40€. Un auténtico atraco. ¿Por qué este abuso? pic.twitter.com/rPloTEZyCJ
— Toni Vall (@tonivall) January 23, 2022
Ahora ha vuelto a vivir una de cal, esta vez, en una terraza de la calle Enric Granados de Barcelona, esquina París. Y esta vez, no ha sido ningún precio abusivo lo que lo ha hecho molestar, sino la intolerancia que ha lamentado por parte de una señora que había al lado de donde él estaba sentado, y que, tal como describe de manera gráfica, estaba fumando "un porro inmenso". ¿Qué ha hecho él? Decírselo: "Le hacemos saber que molesta. Lo apaga, pero no se ahorra aleccionarnos sobre la libertad, el espacio público, la contaminación, etc...". ¿Qué ha hecho Toni entonces, ante la turra de la señora? Mandarla a hacer puñetas: "La mando a hacer gárgaras. Conclusión: si os queréis freír las neuronas, FUMAD EN VUESTRA P CASA"... Se le ha entendido todo.