La Generalitat es tan enorme que puede hacer una felicitación de Navidad oficial, aquello que los clásicos llaman "un christmas", que sea criticada por un político que cobra de la misma Generalitat haciendo de tertuliano en TV3. Jordi Cañas es el azote del independentismo y de los presos políticos. No son dos conceptos sinónimos aunque él parece que lo cree. Hay catalanes no independentistas contrarios a la prisión preventiva de los líderes independentistas, como Serrat sin ir más lejos. Por eso los lazos amarillos, que piden la libertad, sobrepasan al independentismo. Será por eso que la Generalitat tiene un árbol de Navidad en el Palau adornado con lazos amarillos y lo ha utilizado para ilustrar la felicitación de Navidad de este año.

Se ha hecho pública en nochebuena y el primero en reaccionar ha sido Cañas. Su valoración era la esperada. Lo que no se sabía era con qué adjetivos calificaría el christmas:

"Chiflados", "sectarios" y "degradados morales". Podía haber sido peor. Lo curioso es que Cañas critica que no se respeten las tradiciones navideñas pocos días después de que él no respetara otra tradición navideña, exclusivamente catalana. Quizás por eso se atrevió:

Comparar golpes al Tió para que cague con los golpes de porra de los mossos a los manifestantes debe encontrarlo "respetar las tradiciones navideñas". Cañas toca la flauta y los ratones de Hamelin bailan. Una recopilación de exabruptos de sus followers:

jordi cañas tv3

TV3

TV3 le dio la silla ante el árbol de Navidad y Cañas se ha tomado en serio su papel de guardián de las bolas de Navidad, que son las únicas que cree que tendrían que colgar. Y que no sean doradas.