Liarla Pardo es un programa de tarde del domingo que aspira a ser de noche del sábado: vive de las polémicas políticas con cada uno de los invitados. Desde Mercedes Milá diciendo que se volverá independentista si se hace otro 155 a Ferran Adrià defendiendo que se puede ser indepe sin que se estigmatice a quien lo es. Cristina Pardo tiene una fijación con los invitados catalanes, como Milá o Adrià, o con los candidatos en Catalunya que no son catalanes, como Cayetana Álvarez de Toledo. La marquesa de Casa Fuerte fue y se puso sus mejores galas: de pelo amarillo como si fuera un polluelo. No va de Calimero, el pollito tristón y victimista, sino en homenaje a los policías que vinieron a zurrar votantes desde un barco con el logo del pájaro de la Warner: Piolín. Y como Cayetana es muy de tuiter, pió y picó.
Tensión entre Cayetana Álvarez de Toledo y Cristina Pardo: "¿Usted quiere plantearle a Casado que me expediente mañana?" https://t.co/nObMs2tBOC
— Liarla Pardo (@LiarlaPardo) 31 de marzo de 2019
La presentadora le hizo notar que la candidata del PP votó a Ciudadanos en las últimas elecciones, a pesar de no haber roto el carné de los populares. Pregunta pertinente: "¿Un afiliado de un partido puede votar a otro y decirlo públicamente? ¿Lo permiten los estatutos del PP?". Cayetana no se esperaba tanta hostilidad en una cadena unionista y responde ofendida: "No somos ovejas ni borregos. Yo me fui del PP explicando los motivos con una carta pública. En política hay que explicar por qué uno hace las cosas. Tuve dificultadas con la cúpula de Rajoy. Dejé el partido sin romper el carné, no se me ocurrió, pero pasé a ser no militante. ¿Quiere que Pablo casado me multe o me expediente?".
La Sexta
El programa (5,7% de audiencia) acusa a Cayetana de poner en riesgo la candidatura de Casado porque la marquesa dio apoyo a Ciudadanos en el pasado. A Álvarez de Toledo, en cambio, no le parece incoherente votar a Albert Rivera y ahora ser la 1 de Casado en Catalunya. Reclama libertad de voto al Grupo Popular si se vota una ley del aborto para evitar un partido monolítico. Una libertad de voto que no reconoce a los millones de catalanes que reclaman libertad para votar sobre la que quieren ser. Y de amarillo piolín por si había dudas.