El pasado miércoles, la Diada reunió a muchos manifestantes que salieron a las calles de Catalunya a celebrar su día. En Barcelona, la cita era en la Plaza de España y en la Gran Vía. Y allí, como era de esperar, fue un reportero especialista en querer ser el protagonista de la noticia, en dar la nota haciéndose el gracioso a cambio de conseguir lo que pretende, sacar de quicio a las personas que entrevista. Cake Minuesa, bautizado por Jair Domínguez como 'puño en la cabesa', reportero que pretende imitar el estilo de Caiga quien caiga, pero que se queda en una burda imitación barata y sin ningún tipo de gracia. Tanto en Intereconomía, como en OK Diario, Minuesa va por la vida intentando sembrar cizaña.
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En el Consejo de Ministros de Barcelona del 21 de diciembre del año pasado se quejó de que le habían dado un puñetazo, en un paripé que hacía un tufo de montaje que echaba para atrás. Días después, fue a Torroella de Montgrí y volvió a hacerse la víctima y faltar a diestro y siniestro, sin ahorrar frases de menosprecio e insultando a vecinos, "Hay hasta gasolina independentista. Esta es la mentalidad en estos pueblos locos". También se dedicó a grabar a un unionista pegando a un hombre en Terrassa y culpando al indepe. Por no hablar de cuándo fue a buscar las cosquillas a unos manteros de Barcelona y acabaron con ganas de zurrarlo. Todo muy juicioso. Y el miércoles aterrizó en plena Diada.
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A un manifestante con la camiseta del Barça le echa en cara por qué no ve senyeres y sólo estelades, y que él "venía antes a la Diada" y eran mayoritarias las senyeres. El chico le dice que la lleva en la camiseta. Minuesa insiste haciendo ver que está muy triste. Y el chico le responde: "Tráela. Nadie te va a decir nada. Puedes ir con camisa negra o con lo que tú quieras. Si quieres, trae una bandera española". Pam. La primera en la frente. Después, el reportero hace un penoso ejercicio de vacilar a unas chicas muy jóvenes que estaban vendiendo pins con la imagen de la representación física de la República: "¿Quién es, la mujer de Puigdemont?". Las chicas no saben exactamente qué responderle. Sí que lo hace después otro manifestante cuando le dice que la imagen es siempre la misma, la de una mujer con la gorra frígia: "La república española también la tiene".
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Como siempre, cada vez que este reportero se hace el gracioso, sale escaldado.