Una de las polémicas mayúsculas de los últimos días llegó el sábado, en el Festival de Eurovisión, donde Melody hizo un papel discretísimo, donde ganó Austria y donde todo el mundo habló de la segunda clasificada, la representante israelí, Yuval Raphael. ¿Por qué? Porque consiguió ganar el televoto después de obtener tan solo 60 puntos del jurado: obtuvo 297 puntos, por encima de Estonia (258), Suecia (195) y Austria (178). Además, RTVE insiste en solicitar saber cómo se ha distribuido el voto español, es decir, "cuántos votos recibió cada país en España". La corporación insiste con Israel y ha pedido debatir sobre el sistema de televoto en Eurovisión, para conocer si se trata del sistema "más adecuado y si los conflictos bélicos lo condicionan".

El jueves, en la segunda semifinal previa a la final del sábado, los presentadores Julia Varela y Tony Aguilar recitaron un mensaje que no gustó a la organización: “Este año RTVE ha solicitado a Eurovisión un debate sobre la participación de Israel en el Festival. Las víctimas de los ataques israelíes en Gaza superan ya las 50.000 y entre ellas más de 15.000 niños y niñas según Naciones Unidas. Esta no es una petición contra ningún país. Es un llamamiento por la paz y el respeto a los derechos humanos acorde con la vocación integradora y pacífica del Festival de Eurovisión”. ¿Y qué pasó el sábado? Mensaje al canto solo empezar: "Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y Justicia para Palesina". 

Este jueves por la noche, después del Broncano y La Revuelta, tocaba un nuevo programa de Futuro imperfecto, donde el maestro Andreu Buenafuente ha vuelto a dar una lección de decir lo que toca cuando toca. El cómico de Reus se ha puesto serio para hablar de la cuestión y de la politización en algunos programas como Eurovisión. Unas palabras rotundas: "¿Politizar es algo malo? Que algo esté politizado significa que ese algo nos preocupa. La gente buena, normal, aprovechamos los escaparates que tenemos para expresarnos. Ah! Y otra cosa: denunciar un genocidio no es política ni antisemitismo, es humanidad".

Unas palabras que han generado una gran controversia y avalancha de reacciones en la red, desde los que aplauden con las orejas a Buenafuente por haber dicho lo que ha dicho hasta los que lo critican por considerar que le baila el agua al gobierno de Sánchez. Sea como sea, Andreu hace y dice siempre lo que le sale del moño, y nos alegramos de que siga siendo así, por muchas críticas e insultos que pueda recibir.