De Shakira i Piqué quedará el mal final: un acuerdo entre abogados porque la pareja no se dirige ni la palabra, y las canciones de la colombiana. Cuando se dé un repaso a la discografía de Shakira habrá que hacer un alto en su obra de 2022-23, cuando encadena temas de desamor, despecho, rechazo a la masculinidad tóxica y juegos de palabras. Pero no todo fueron flores en el amor entre el crac del Barça y la diva del pop. Instalados en Barcelona para tener dos hijos, han tenido discusiones como todas las parejas, pero las suyas eran más recordadas: por gritarse en público y ser quien son. Nunca han pasado desapercibidos. Y ahora el servicio, los camareros de los locales que frecuentaban hablan.
Según revelan los camareros a Silvia Taulés en Vanitatis las peleas eran continuas en la estancia de Shakira y Piqué en el restaurante La Torre del Remei en Bolvir: "La mayoría de las veces, la entonces pareja ni se dirigía la palabra, y cuando lo hacía, lo hacía de mala gana y hasta con enfado. Eran muchas las discusiones entre ellos por cuestiones familiares, como el trato a los niños o por la manera de hablar de uno y otro. Muchas veces tumbados al sol en la terraza se levantaba Piqué y daba vueltas por el jardín lejos de Shakira, a la que miraba con poco cariño, y ella por su parte hacía lo mismo y ponía malas caras cuando él le hablaba”. Da pena solo de leerlo, una pareja que se falta al respeto, que se mira con desprecio, que no quiere.
Los paparazzis pillaron riñas de vacaciones en verano a bordo de un yate. La montaña tampoco apaciguaba el odio entre los supuestos enamorados: "Otro de los locales que frecuentaban era el bar de copas Nòrdic, en el que también se habían malos entendidos, disputas, incluso peleas. Recuerdo una vez que ella quería irse y él quería quedarse y acabaron casi a gritos peleándose recuerda uno de los responsables del local. Se llevaban mal desde hace tiempo, se peleaban continuamente. Él siempre quería más y ella venía como a regañadientes, se notaba que no le apetecía estar en un bar de copas rodeada de gente. ¡Sus peleas son legendarias! No me sorprendió nada cuando supe que se habían separado”.
El detalle final que remata a Shakira es que al colmado del pueblo, la tiendecita de comestibles, iba Antonela Roccuzzo de Messi muy amable, tienen casa cerca, y en cambio nunca vieron a Shakira comprando cebollas. La diva no gustaba en la Cerdanya. Piqué sí. Clara Chía es cierto que se entiende mejor que Shakira con los amigos del futbolista. Los hijos están escolarizados en Barcelona y se deduce que acabarán el curso aquí, hasta junio del 2023. Después todo dependerá de la voluntad de los tribunales de condenar a la colombiana por fraude fiscal. Después de la tormenta vendrá la calma.