La paternidad ha sido uno de los grandes hitos vitales del humorista Berto Romero. Padre de 3 criaturas, Lucas (2010) y los mellizos Tomás y Paula (2013), se ha convertido en todo un 'padrazo'. También le ha permitido descubrir un filón inagotable de vivencias y anécdotas que alimentan su repertorio de relatos en monólogos, series y libros. También en la radio, en el 'Nadie Sabe Nada', que desde hace años presenta junto a Andreu Buenafuente en la Cadena SER (premio Ondas 2019). Allí nos ha hecho partícipes de una batante sorprendente y escalofriante para las criaturas, convencidas de que ni él ni su mujer, Marta Bercebal, los querían. Y como pasaban de ellos, los habían abandonado en un parque. Pobrecitos.

Berto Romero pizarra @bertoromero

Berto Romero a la pizarra / @bertoromero

Fue durante un supuestamente feliz fin de semana en Londres. La familia fue a visitar el famoso Hyde Park bajo un sol de verano abrasador. La madre se refugió bajo la sombra de un árbol, mientras que Berto, viendo que sus hijos se chamuscaban, fue a la búsqueda de algún lugar donde comprar crema solar. Cuando Romero volvió al cabo de unos minutos, se encontró un episodio trágico: los niños y la niña llorando, gritando y corriendo de un lado a otro y Marta con el corazón roto. Lucas, el más despierto de todos ellos, había visto al padre marcharse, pero al no encontrar a su madre compartía con los hermanos una conclusión que los alarmó sin remedio: papá se ha marchado y siempre va con mamá, por lo tanto se han largado, "los habían abandonado". Berto lo recuerda y explica las consecuencias: "Traumazo al canto, ahora el pequeño quiere saber siempre dónde estamos".

Berto Romero y Marta Bercebal haciendo el gorila @bertoromero

Berto Romero y Marta Bercebal haciendo el gorila / @bertoromero

hijos Berto Romero jugando @bertoromero

hijos Berto Romero jugando / @bertoromero

Andreu Buenafuente con Berto Romero en la Cadena SER Youtube

Andreu Buenafuente con Berto Romero en la Cadena SER / Youtube

La mente infantil es una caja de sorpresas. Algunas angustiantes, pero con final feliz.