La comedia se ha instalado definitivamente en el gobierno andaluz. El trifachito está en tope. Han pasado unos meses lubricándose colectivamente, y ahora todo son miel sobre hojuelas. La máxima expresión del mènage á troise la hemos vivido durante la sesión de aprobación de los presupuestos, donde los ultras de VOX han sido decisivos para sacar adelante las cuentas del gobierno. Unos presupuestos con un marcado carácter reaccionario y que rallan el paroxismo facha y catalanófobo, con partidas dedicadas a combatir... la inmersión lingüística en Catalunya. 100.000€ de todos los contribuyentes de Sevilla, Cádiz o Almería para declarar la guerra a la cultura y la lengua de un territorio peninsular. De aurora boreal, vaya.

PP VOX Andalusia EFE

EFE

Se tiene que ser corto para dotar de financiación a este tipo de medidas extemporáneas y absolutamente alejadas de las necesidades de los andaluces. O como ha dicho Jordi Basté: "Los verdaderos problemas de los andaluces". Un tuit que resume perfectamente el sentimiento de vergüenza ajena que emana de una de las primeras decisiones de los que se llenan la boca con palabras como "el cambio", "la nueva política" y otras expresiones vacías de contenido. No ha sido la única reacción de indignación e incredulidad que hemos podido leer en Twitter.

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Roberto Lázaro

¿Qué será lo siguiente? ¿Legislar sobre los castells, las sardanas o el precio de la T-10? ¿No tienen problemas reales los andaluces? ¿No era tan necesario el cambio de gobierno para acabar con chiringuitos, "mamandurrias" y excesos de los del PSOE-A? ¿Qué pasaría si en Catalunya destináramos partidas para "combatir a los perezosos andaluces"? No, eso no pasará nunca. Hay mucha más dignidad en un dedo del pie de un peligroso indepe que en toda la caterva prehistórica que gobierna la Junta de Andalucía. Dan auténtica pena. Pero lo peor de todo es que el show no ha hecho más que comenzar.