El nombre de Antonio David Flores vuelve a sonar con fuerza en los pasillos de Telecinco. Tras cuatro años en la sombra, marcado por vetos y caídas en picado en su economía, el exguardia civil estaría cerca de dar el paso que muchos consideraban imposible: su regreso a la pequeña pantalla. Pero la historia detrás de este renacer televisivo está teñida de drama, cifras escandalosas y una debacle que lo llevó a perder más de 1,1 millones de euros en apenas cinco años.

La fulminante salida de Antonio David se produjo en marzo de 2021, en pleno directo, después del estreno del documental de Rocío Carrasco. Lo que se presentó como un “adiós inevitable” terminó convirtiéndose en una pesadilla económica. Sus contratos se esfumaron y con ellos los más de 100.000 euros anuales que ingresaba como colaborador fijo. De la noche a la mañana, pasó de ser uno de los tertulianos más rentables del corazón a un rostro prácticamente prohibido en Mediaset.

El declive económico de Antonio David Flores tras ‘Sálvame’

El impacto de la expulsión de ‘Sálvame’ fue brutal. El que antes ingresaba cerca de 6.400 euros brutos al mes solo en las franjas diarias, más los pagos adicionales del Deluxe, se quedó sin un euro de la televisión. Los números son demoledores: 220.000 euros menos al año en ingresos, una cifra que lo empujó a reinventarse en el mundo digital, aunque con resultados muy alejados de lo que esperaba.

Su caída no se limitó a la televisión. En paralelo, Antonio David perdió su influencia en redes sociales. Las marcas dejaron de confiar en él tras las declaraciones de Rocío Carrasco y, con ello, desaparecieron campañas que podrían reportarle hasta 30.000 euros al año. Lo que antes era una mina de oro, hoy es apenas un escaparate personal con un público menguante: de 285.000 seguidores en 2021, ha bajado a 259.000 en 2025.

Portadas vetadas y exclusivas que nunca cobrará

Las revistas del corazón también le cerraron las puertas. Donde antes cada entrevista significaba entre 20.000 y 30.000 euros, hoy no hay ni una sola portada que quiera arriesgarse a tener su nombre. Incluso episodios mediáticos de alto impacto, como su divorcio de Olga Moreno o la tormentosa relación con Marta Riesco, quedaron fuera del mercado editorial. La presión de los anunciantes fue suficiente para que su imagen quedara sepultada en un veto silencioso, pero implacable. Este boicot mediático lo redujo a depender de un canal de YouTube, sustentado más por donaciones de seguidores fieles que por ingresos reales de publicidad.

Con este panorama, la noticia de que Telecinco lo estaría tanteando para su regreso ha encendido todas las alarmas. La cadena, en plena crisis de audiencia, ya ha rescatado a nombres vetados como Rocío Flores, Lydia Lozano y Gloria Camila, lo que refuerza la teoría de que el siguiente paso es traer de vuelta a Antonio David. El movimiento no sería casual. Los estrategas de Mediaset saben que el regreso del exmarido de Rocío Carrasco podría ser el golpe de efecto que necesitan para volver a dominar la crónica social televisiva. Su figura sigue generando polémica, titulares y un interés masivo en redes. Aunque los detractores lo rechacen, lo cierto es que su regreso podría convertirse en el motor que impulse el rating en una televisión necesitada de escándalos.