Ha tardado todo un día al masticar su respuesta, pero ya no ha podido más. Antón Losada, uno de los periodistas de ámbito estatal más crítico con las formas de hacer política de las tres derechas, ha reaccionado al tuit de Albert Rivera en el que reprochaba al PSOE que no suspenda inmediatamente a los presos políticos electos.  "cada minuto que pasa es un minuto de humillación al pueblo español. Ni un euro de sueldo ni un solo escaño para los que intentaron destruir nuestra democracia".

Pues si el de Cs quiere hablar de humillaciones, de sueldos y de escaños, el gallego le ha devuelto la pelota: "No quiero que me humillen más. Me declaro objetor. Ni un euro de mis impuestos para pagar a Rivera".  Losada, declarado enemigo del líder naranja, quiere dejar de "subvencionarlo" para intentar ahorrar a la humanidad de discursos incendiarios y actitudes chulescas, el ADN de Rivera.

ANTON LOSADA @antonlosada

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La propuesta de objeción tributaria del gallego ha sido muy celebrada por sus seguidores (y por  aquellos con un mínimo de juicio y de sentido del humor).

Mientras que Losada pone en marcha esta "campaña" para intentar parar los pies al de Cs, a Rivera le hemos visto en uno de sus ya conocidos paseos por lugares conflictivos, dónde se asegura un buen manojo de titulares jugosos relacionados con el verbo "humillar", su palabra de cabecera. El destino de hoy ha sido Ugao-Miraballes, en Bizkaia, el pueblo natal de Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, uno de los líderes de ETA detenido hace pocos días en Francia. Allí se ha encontrado con un pueblo que le ha recibido como en Errenteria o Altsasu, con lazos amarillos, comercios cerrados y protestas. Un clima hostil en el que Rivera se siente muy cómodo para continuar con su relato de víctimas y verdugos, sacando de la tumba el cadáver de la banda  terrorista y metiendo el dedo en una cicatriz que desea reabrir para arañar unos cuantos votos más al PP y compañía. Es el Riverastyle.