Los fans de Eurovisión no pueden contener la emoción. El Benidorm Fest centra toda su atención esta semana. Está a punto de decidirse quién irá al Festival de Eurovisión y la expectación es máxima. Un certamen en el que los concursantes deberían tomar buena nota de Chanel Terrero, la ganadora del año pasado que terminó en tercera posición en Eurovisión. Sobre todo por lo que no deben hacer.
Chanel Terrero fue la sensación en el pasado Benidorm Fest. La artista catalana venció rivales tan duras como Rigoberta Bandini y su ‘Ay mamá’, a la que muchos daban como ganadora al inicio del concurso. Y no defraudó en el Festival de Eurovisión. Chanel consiguió la mejor clasificación de España en muchos años quedando la tercera. De hecho, muchos opinan que mucho votos fueron para ucrania por compasión, y que sin guerra en el país del este, Chanel habría sido la segunda.
Subida como la espuma tras Eurovisión
Tras aquel éxito, Chanel se convirtió en la nueva estrella de la música en España y en Europa. Y todo ello mientras su caché aumentaba sin freno. Contaron en ‘Socialité’ que llegó a cobrar por cada actuación “30.000 euros, más lo que se lleve su equipo”. Y eso que solo cantaba una canción.
Asimismo, a Chanel se le presentaron varios proyectos: producir ‘El Inmortal’ junto a Álex García, participar en el nuevo musical de Nacho Cano, incorporarse al reparto del regreso de ‘UPA Dance’, una presunta colaboración con Alejandro Sanz, poner voz a la nueva película de ‘La Sirenita’… Se le abrió un mundo de posibilidades.
Demasiado caché por solo una canción
Sin embargo, ese alto caché se ha convertido en un problema. La espuma del efecto Chanel ha bajado a la velocidad que subió. Ya no es el objetivo de los grandes productores. Y son pocos quienes la llaman para que protagonice actuaciones. Pocos están dispuestos a pagar semejantes cantidades de dinero por un par de canciones. Y corre el peligro de terminar como tantos artistas que han terminado muriendo de éxito. Que tocaron el cielo y les subieron los humos, pero que en poco tiempo perdieron el interés del público y de los productores musicales.
Porque en esto de Eurovisión o el Benidorm Fest no es ganar u ocupar los puestos más altos lo que da la verdadera repercusión. Ocurre cada año que los artistas que quedan en lo más alto no son quienes consiguen una continuidad más longeva a sus carreras. El ejemplo ya lo vimos con Rosa López. Ella fue la ganadora de la primera edición de ‘Operación Triunfo’ y logró un admirable séptimo puesto. Pero es David Bisbal quien factura.