Han pasado dos días y los culés todavía estamos en una nube. Han pasado 48 horas y los seguidores azulgranas todavía estamos emocionados de la nueva exhibición, la nueva remontada del Barça de Flick, y esta vez, contra el eterno rival. Un 4 a 3 en Montjuïc contra el Real Madrid que pasará a la historia, después de ir perdiendo por 2 a 0, y que hace que los Lamine, Raphinha, Pedri y compañía tengan la Liga a tocar. De imágenes del domingo hay para dar y para tomar. De momentos que nos pusieron la carne de gallina, hay muchos: el golazo de Lamine, los dos de Raphinha, el de Fermín y la celebración posterior (aunque el árbitro después lo anuló por manos), la celebración en el césped una vez el árbitro pitó el final del partido o la celebración en el vestuario por parte de los jugadores. No nos cansamos de ver estas imágenes:
¿Y en el Real Madrid?… Kylian Mbappé y para de contar. El francés fue el único jugador merengue que dio la talla. El resto de compañeros, ni estaban ni se les esperaba, como tampoco Ancelotti, que hace las maletas y se va a entrenar a la selección brasileña. Allí se encontrará con uno de los discípulos del Madrid que el domingo estuvo desaparecido en combate y que ni la olió: Vinicius Jr. El brasileño lleva una temporada lamentable, sin incidencia en el juego y los resultados de su equipo. Una temporada para olvidar, especialmente, desde que los votantes del Balón de Oro decidieron que él no sería el ganador y que el premio se lo otorgaban al jugador español del Manchester City, Rodri:
Después de no ganar el Balón de Oro, el brasileño y su club, ofendidos, no fueron a la gala. Y otra derivada fue que en todos los campos de fútbol donde ha ido Vinicius, dado su comportamiento fachendoso y soberbio con los rivales, empezaron a cantarle un cántico que ha hecho fortuna y que es muy celebrado por todas las aficiones rivales del Madrid: “¡Balón de Playa, Vinicius Balón de Playa!”.
Y más, sabiendo que a Vinicius le toca las narices que le canten eso. El colmo, sin embargo, es que no solo se lo canten, sino que le lleven al campo pelotas de playa. Y eso es lo que hizo un aficionado culé el pasado domingo en Montjuïc, un seguidor del Barça con la camiseta del mito Guardiola de cuando era jugador, que mientras se la mostraba, veía cómo Vinicius le señalaba con cara airada. Sin duda, una de las imágenes del último Clásico:
Uno de los programas deportivos que más valen la pena de la parrilla actual es el Què t'hi jugues, dirigido y presentado por Sique Rodríguez en SER Catalunya. Desde que vieron la imagen, se pusieron manos a la obra en busca de este culé, y lo han encontrado. Se llama Jordi Massot, es de Palamós, y ha charlado para los micrófonos de la emisora recordando cómo fue todo. Dice que entró con la pelota de playa en el bolsillo y que la hinchó “justo cuando pidió el cambio Vinicius, que sabía que salía, fue cuando la empecé a hinchar”. Jordi, que tiene en Guardiola a “uno de mis ídolos”, revela qué hizo Vinicius durante… y después: “Vinicius y tanto que me ve. Y me insulta. Me puso verde”. Lo leyó en sus labios, porque les separaba el cristal del banquillo. Y no fue el único. ¿Qué pasó una vez Vinicius se sentó en el banquillo? El mismo aficionado culé lo recuerda, aparte de la intervención del gran Albert Bermúdez, crack imitando: “Continuó. Después empezó Carvajal, hubo un poco… Estaba en la gradería en primera fila”. ¿Y qué se ha hecho del Balón de Playa?… “Me lo quitaron los stewards…”:
Maravilloso. Ver así a Vinicius al ver un balón de playa, no tiene precio... El brasileño no pisará las playas de Copacabana durante años, por si las moscas.