Isabel Pantoja se recupera de los duros años que ha atravesado. Desde que ingresó en prisión, su vida ha sido un auténtico infierno. Enfrentaba con su propio hijo, con quien no habla desde hace un par de años, por la herencia de Paquirri, con serias deudas, el fallecimiento de su madre y los problemas para embarcarse en su nueva gira latinoamericana. Hace unos años vivimos el resurgir de la tonadillera. Mediaset y la cantante cerraron un contrato de exclusividad de larga duración. Estaban dispuestos a lavarle la imagen. Un talent show, un reality y una entrevista, todo a cambio de una gira, su gran sueño. Sin embargo, la madre de Kiko Rivera incumplió algunas partes del contrato, por ejemplo, nunca realizó aquella esperada entrevista, por ello Telecinco la castigó.
La tía de Anabel Pantoja no está de acuerdo con el trato de Telecinco en los últimos años. Kiko Rivera rompió su silencio y ellos le dieron espacio, además se encargaron de destrozar a Isabel Pantoja. La tonadillera no ha vuelto por los estudios de Fuencarral, y tampoco se la espera. La relación entre ambas partes está totalmente rota. Prueba de ello es el último movimiento de la artista.
Isabel Pantoja, golpe contra la productora que ha desprestigiado su imagen
Continúan los problemas para ‘La fábrica de la tele’, la operación Deluxe está en activo, esa investigación que se está llevando a cabo por espiar a varios famosos de forma ilegal. El juez Marcelino Sexmero del Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid confirma que prolonga la instrucción del caso otra vez. En la anterior ocasión la primera prolongación fue de seis meses.
Isabel Pantoja se personará en calidad de acusación particular en el juicio que dirimirá la presunta revelación de secretos por funcionario y cohecho negociado. Otros famosos como Omar Sánchez también declararán.
‘La fábrica de la tele’ desea que esta polémica se apague cuanto antes, pero hay alguien muy dispuesto a terminar con la productora. Desde que saltó el anuncio de este espionaje, la productora ha quedado manchada y hay cierta desconfianza, prueba de ello es el notable descenso de audiencia de sus programas, como ‘Sálvame’, el mayor perjudicado.
Gustavo González, colaborador de ‘Sálvame’, contactaba con el policía Ángel González, que le facilitaba información sobre varios famosos. Éste le pagaba y utilizaba la información para venderla en el programa de Telecinco. De esta forma se conseguían exclusivas.