El pasado 15 de diciembre, se estrenaron los últimos tres episodios del documental de ‘Harry & Meghan’ en Netflix, la serie en la que los duques de Sussex han revelado cómo ha sido su vida desde que se conocieron hasta que tomaron la decisión de renunciar a sus responsabilidades en la Casa Real británica para mudarse a Estados Unidos. Ha sido en el quinto episodio en el que revelaron cómo reaccionaron los miembros de la Familia Real cuando anunciaron su renuncia, afirmando que fueron víctimas de gritos y de mentiras y que la reina Isabel II no hizo nada para impedirlo, salpicándola, de forma sutil, por el escándalo de Sandringham de 2020.

Durante el capítulo, los Sussex indicaron que los tabloides habían iniciado “una campaña de odio, machismo y racismo” contra Meghan Markle. Además, el matrimonio informó que la mayoría de las noticias que se publicaban de ellos contaban con la aprobación de las oficinas de prensa de la Familia Real y en muchas ocasiones eran los propios miembros de la Corona quiénes filtraban información sobre ellos. De esa manera, el príncipe reveló que todos sus planes se vinieron abajo cuando se filtró la conversación que tuvo con Carlos III en diciembre de 2019, cuando él le dijo a su padre que tenía la intención de mudarse a Canadá, pero seguiría trabajando en nombre de la entonces monarca, Isabel II. Si tenían que representar a la monarquía dentro del Reino Unido, ellos pagarían los costes de sus viajes de su bolsillo y no del dinero de los contribuyentes.

La pareja estaba decidida a mudarse lejos de Reino Unido, así que también consideraron trasladarse a Nueva Zelanda o Sudáfrica, siendo este último lugar el que fue aprobado por Buckingham Palace. Sin embargo, esta información terminó filtrándose en ‘The Times’, por lo que se vieron obligados a reestructurar sus planes nuevamente. “La institución filtró que teníamos pensado mudarnos a Canadá y la pieza clave de esta historia es que el contenido de la carta a mi padre también se publicó”, señaló Harry.

Tras no haberse podido reunir con su abuela a tiempo, Harry y Meghan informaron que renunciaban al Palacio y se mudarían a Estados Unidos, una información que tomó a todos por sorpresa y que obligó a que Isabel II organizara una reunión urgente en Sandringham.

O todo o nada: la reina Isabel II rechazó todas las propuestas de Harry

En la audiencia familiar, Isabel II, Carlos y William le dieron varias opciones a Harry, pero ninguna cumplía con las expectativas del hijo menor de Lady Di, dado que no existían puntos medios en la Institución, o cumples o con tus deberes o renuncias. El príncipe indicó que esta reunión terminó en una fuerte discusión, en la que la reina solo optó por mantenerse en silencio, algo que siempre le recriminó a su abuela. “Fue horrible tener a mi hermano gritándome, a mi padre diciendo cosas que no eran ciertas y a mi abuela, la Reina, allí, en silencio, sin hacer nada, asimilándolo todo".