Cameron Díaz hizo su debut en la gran pantalla hace casi tres décadas con el estreno de la película “La Máscara” junto a Jim Carrey, en 1994. Su papel de Tina Carlyle la catapultó al estrellato a los 22 años y en muy poco tiempo pasó a formar parte de las 20 actrices más taquilleras de Hollywood, según un estudio realizado por Box Office Mojo, en 2016.

No obstante, fue su participación en “La boda de mi mejor amigo” (1997) junto a Julia Roberts y su rol protagónico “Los Ángeles de Charlie” (2000) junto a Drew Barrymore y Lucy Liu, las películas que la posicionaron en la cima del estrellato. Además, la hermosa rubia de ojos azules le dio vida a Fiona, la irreverente princesa de las películas de Shrek, siendo catalogada como una de las actrices más bellas de la historia, logró sorprender a todos cuando anunció su retiro de la actuación en 2018, a los 45 años.

Pese a su sorpresiva “jubilación actoral” la actriz ha decidió convertirse en una exitosa empresaria al crear su propia marca de vinos elaborados con uvas ecológicas del Penedès en la comunidad autónoma de Cataluña, situada entre las provincias de Barcelona y Tarragona. Junto con su amiga Katherine Power, la ex de Justin Timberlake creó su propia marca de vinos llamada Avaline, una gama que ha sido calificada con la etiqueta de “vinos impíos”. La actriz reveló que “siempre he creído que la clave del bienestar es el equilibrio. Crear un vino limpio, lleno de bondad natural y libre de decenas de extras no deseados y no divulgados, me ayuda a encontrar este equilibrio cuando estoy disfrutando de una copa de vino”.

cameron diaz
Cameron Diaz

La actriz aseguró que tiene como objetivo comercializar “el vino más puro, creado para aquellos que abrazan el placer de toda una vida y un enfoque relajado del bienestar”. Además, aseguró que los vinos que no son producidos de forma ecológica contienen una gran cantidad de pesticidas y “vete a saber que más”. Después de decidir que querían especializarse en la producción de vino orgánico, Cameron Díaz y Katherine Power se dedicaron a hacer “infinidad de catas” e invirtieron varios años y recursos en la investigación de la industria del vino, llegando a la conclusión de que no quería hacer las cosas de la misma manera que las industrias tradicionales. “Cuando sabemos qué hay en nuestra copa, podemos dejar que el vino trabaje su magia innegable: transformar las comidas, provocar amor y acercarnos a aquellos que nos preocupan”.

Asimismo, afirmaron que los enólogos pueden añadir más de 70 ingredientes y elementos artificiales al vino durante la etapa de producción. Entre los elementos que le añaden se encuentran los azúcares, colorantes artificiales y concentrados., elementos que no son necesarios ni beneficiosos para la salud. La empresa de vinos de Cameron Díaz tiene como premisa lo siguiente: “Sin los extras, lo que pruebas en cada copa de Avaline es la uva pura y deliciosa”. Debido al confinamiento, la venta del vino aumentó en un 200 %, convirtiendo el negocio de la actriz en una empresa muy lucrativa estos últimos dos años.