Les tengo que confesar que en estos momentos servidor da por acabadas sus vacaciones. Toca volver al trabajo, como algunos, en un día en el que mucha gente todavía tiene la suerte de seguir disfrutando de días libres, de relax, de viajes a lugares maravillosos. Esta semana todavía son muchos los que están viviendo al máximo sus días de descanso, y zambulléndonos en la red, hay quien está provocando envidia sana con sus vacaciones idílicas al lado de la persona que más quieren. Es el caso de dos colegas de profesión, hasta hace no mucho, dos compañeros de programa, que este verano se han regalado un viaje absolutamente delicioso a un rincón de mundo que vale mucho la pena. Dos periodistas, dos de las caras de nueva hornada más talentosas, que hace tiempo que viven juntos la vida, que se quieren y que este agosto han ido a parar a un lugar absolutamente imprescindible: las Azores.

Estamos hablando de Júlia Peguera, periodista que muy pronto volverá a la disciplina del Tot es mou de Helena Garcia Melero, y de su pareja, que un tiempo atrás también formaba parte del equipo del excepcional programa de TV3, y a quien ahora vemos en otros espacios, Enric Botella. Después de empezar las vacaciones disfrutando de la buena música en el Festival Cruïlla, o ella de marcharse a Nueva York con amigos, han hecho las maletas y hacia el archipiélago falta gente. Por ejemplo, hacia la preciosa isla de Sao Miguel, donde la pareja no ha hecho sino contemplar la belleza de colores verdes y azules que hay allí, miradas al horizonte o paseos por un campo color esmeralda, tocando la hierba con la mano, como hace Júlia, reencarnándose en aquella icónica imagen de Russell Crowe en Gladiator y los campos de centeno.





Como dice la misma Peguera, "¿Que estamos viviendo en Jurassic Park ya lo hemos dicho, verdad?". Y es que, ciertamente, estas vistas parecen extraídas de aquella isla que Spielberg trajo hace treinta años, llena de Diplodocus, Tyranosaurus Rex y Triceratops. Pero aquí, la belleza no recae en ningún dinosaurio, sino en los paisajes y en el amor de esta pareja en uno de los destinos que valen más la pena, si nunca lo habéis ido a visitar. En otro post, Júlia reconoce que los dos, en este viaje, "están intentando no hacer fotos en cada curva". Cosa que se hace difícil, viendo los diferentes lugares espectaculares que se van encontrando a cada paso que dan. "Un espectáculo, en primer plano y en segundo", añade él, avisando de que quizás no han visto ningún dinosaurio, pero sí, "criaturas extraordinarias de la isla de Pico"... Juzguen ustedes mismos:




Los espectadores tenemos ganas de volver a verles en la pequeña pantalla. Ellos, sin embargo, a buen seguro que tienen ganas de seguir disfrutando de estos días y viajes maravillosos.