No son días muy agradables para Gerard Piqué. Sólo hay que verle la cara de pocos amigos que mostró el jueves después de salir con el rabo entre las piernas, y antes de tiempo, de la reunión que tuvo en la plaza de Francesc Macià de Barcelona con sus abogados y los de su ex. El jugador azulgrana, cara de vinagre, abandonaba la reunión para tratar de llegar a un acuerdo por la custodia de sus hijos, molestado por las exigencias que Shakira le está poniendo encima de la mesa. Con la cara pagaba. En cambio, si la cara es el espejo del alma, sólo había que ver cómo salía a la calle la colombiana después de la reunión, exultante y recibiendo los elogios de los fans que se reunieron, rogándole que se quede en Barcelona y no se marche fuera con los niños. Baño de masas para la cantante, silencio e indiferencia por el futbolista.

Después de la reunión, el jugador del Barça tuvo que vivir un fin de semana movidito con respecto a informaciones sobre él y sobre su expareja. En el programa Socialité de Telecinco iban llenos, primero, diciendo que uno de los que ahora ronda a Shakira es el excapitán de su máximo rival, y compañero muchos años en la selección española, Íker Casillas, y por otra parte, con la información que hizo pública el paparazzi catalán Jordi Martín, que asegura que en el año 2012, cuando Piqué y Shakira ya eran pareja, el jugador le habría puesto los cuernos con la top model israelí Bar Refaeli.

Pero volvamos a la reunión con los abogados del jueves por la tarde, porque el portal Jaleos se ha fijado en un detalle que pasó desapercibido para la gran mayoría. Un objeto que lució Shakira en la reunión con Piqué, la última vez que se han visto, y la primera desde hacía muchas semanas. Fijémonos en el outfit que escogieron cada uno de ellos: él, vestido con chándal y cara de pocos amigos. Ella, muy elegante, zapatos de tacón, gafas muy grandes de sol, estilo retro, camisa y tejanos y una media sonrisa en los labios.

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Gerard Piqué, a la llegada a la reunión con Shakira / Europa Press
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Shakira, a la llegada a la reunión con Gerard Piqué / Europa Press

A primera vista era difícil ver qué llevaba puesto Shakira en una de sus muñecas, pero el citado medio se ha fijado más detenidamente en un detalle. Porque la cantante de Te felicito llevaba una chillona joya, una pulsera de plata con un colgante de cola de ballena. Un brazalete que tiene un significado muy especial, según explican. ¿Por qué? Porque se trata de un emblema para los amantes del mar, o del surf, como es su caso, ya que a la mínima que puede, la colombiana coge la tabla y se va a cabalgar las olas.

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Shakira

Y en este caso, el símbolo que lucía en la cara de Piqué, esta cola de ballena, "simboliza la velocidad y fuerza. Fomenta el desarrollo espiritual, la madurez, la fuerza y la protección". Un mensaje subliminal para dejarle claro a su ex que después de que la haya dejado, ahora ella está tranquila, más madura, más fuerte y protegida.