No hay que esperar un momento o día determinado, cada jornada es una ocasión para tener un detalle romántico con la pareja. Eludir las presiones comerciales y publicitarias también es una opción que, además, denota personalidad y originalidad.
Los clásicos
Hay regalos o detalles que en sí mismos no son muy originales, pero que hechos fuera de las fechas tradicionales y con el factor sorpresa a favor, pueden ser resolutivos.
Un buen ejemplo es llevar a tu pareja a cenar a un lugar especial. Ya sea por la particularidad del local o porque el sitio es especial para la pareja, es una apuesta segura. Sobre todo puede ser un buen recurso para aquellas relaciones más noveles que no quieren arriesgar:
Otro clásico cuando no se está muy seguro sobre qué regalar y no se quiere meter la pata, es enviar el regalo a la casa o al puesto de trabajo de la pareja. Dentro de este apartado, las flores o los bombones ocupan posiciones privilegiadas, aunque la opción de enviar el desayuno a casa también está ganando posiciones últimamente.
En esta categoría no podían faltar regalos materiales como colgantes, collares, o relojes.
Viajes
Viajar unos días juntos, a veces puede marcar un punto de inflexión. En muchos casos, una pequeña escapada relajante puede ser toda una declaración de intenciones para convertir una relación poco consolidada en una que empieza a estarlo. Toda una prueba de fuego.
En el caso de parejas que ya tienen experiencia y llevan tiempo juntas, es común hacer viajes más elaborados, ya sea a las principales capitales mundiales o hacia destinaciones más exóticas.
Manualidades
Una buena opción para aquellos que desisten de lo material y optan por una alternativa más atrevida. No obstante, puede ser un arma de doble filo. Pone a prueba tu originalidad, la habilidad y el conocimiento que tienes de la otra persona. Sólo apto para los valientes.
El abanico de opciones es infinito y cualquier excusa es buena para sorprender a la persona a quien amas... y así pasar mejor estos días tan azucarados.