El mundo del fitness está acostumbrado a vender rutinas de hambre y sacrificio. Sin embargo, Marcos Gómez, dietista especializado en recomposición corporal, dejó a todos con la boca abierta durante su participación en el episodio “Experto en Músculo: ¡La estrategia más rápida para perder grasa corporal! (Cultura de Gym)”, en el canal de YouTube de Fit Generation Nutrition. Con un tono directo y sin tapujos, aseguró que sí es posible perder grasa disfrutando de la comida, desafiando décadas de dogmas restrictivos.
Lejos de los clásicos menús a base de pechuga de pollo a la plancha, vegetales al vapor y arroz insípido, Gómez defiende que la clave está en mantener una dieta saciante, suficiente y sabrosa, lo que denomina la famosa “regla de las tres S”. Su mensaje es claro: quien piense que la definición muscular exige comer aburrido está totalmente equivocado.

Estrategia de recomposición corporal sin hambre ni monotonía
El dietista advierte que el mayor error al intentar perder grasa es reducir calorías de manera drástica. Aguantar dos semanas con mil seiscientas calorías puede parecer heroico, pero la factura llega pronto: “pierdes masa muscular, pierdes motivación, pierdes las ganas de vivir. Consecuencia, metabolismo por los suelos, hambre por las nubes y al final pues un rebote que ni en la NBA”, soltó con ironía. Su propuesta es diferente: mantener una dieta normocalórica y aumentar el movimiento diario.
La receta es sencilla, pero impactante: en lugar de obsesionarse con reducir las porciones de comida, Gómez propone incrementar el gasto energético progresivamente. Desde caminar más pasos a incluir sesiones de cardio ligero, todo suma para acelerar la pérdida de grasa sin condenar al cuerpo a un estado de agotamiento permanente. “Se puede perder mucha grasa y se puede llegar a un punto de competición comiendo sabroso. Es decir, no pierdas la dignidad nutricional por conseguir un físico, porque se puede comer muy rico y haces el proceso mucho más llevadero”, recalca.
Comer sabroso para perder grasa: el secreto mejor guardado
En el pódcast, Gómez insistió en que disfrutar de la comida es compatible con la definición corporal. Para él, el plato ideal debe cumplir con las tres S: ser saciante (con alimentos como verduras de hoja verde, legumbres o kale), suficiente (mantener un déficit calórico moderado que no arruine la energía vital) y sabroso (porque este proceso sin placer está condenado al fracaso).
El experto recordó que la pérdida de grasa no solo se mide en kilos, sino en la capacidad de sostener un estilo de vida. Según sus palabras, lo peor que puede hacer una persona es convertirse en un “caminante de Walking Dead” por culpa de dietas extremas. No se trata de sobrevivir, sino de vivir bien mientras moldeas tu cuerpo. Durante la entrevista, también se atrevió a ridiculizar tendencias populares, como el famoso “café con mantequilla”, al que calificó de “guarrada”. En cambio, defendió alimentos denso-calóricos como frutos secos y aceites naturales, a los que otorgó un “10 rotundo” por su aporte nutritivo y capacidad de apoyar la ganancia muscular.
La gran revelación del encuentro fue que la pérdida de grasa no tiene por qué ser un martirio. Marcos Gómez recordó que las transformaciones físicas más duraderas no provienen del sacrificio extremo, sino de la constancia, la repetición de hábitos sostenibles y, sobre todo, de una dieta que la persona realmente disfrute.