La frase es contundente y no deja lugar a dudas: “La tristeza no es depresión, es una emoción necesaria”. Con estas palabras, el reconocido psiquiatra José Luis Marín encendió un debate explosivo en el episodio “Supera tu ansiedad sin medicación” del ‘Realfooding Podcast’, moderado por Carlos Ríos, disponible en YouTube.
El médico desmontó con precisión quirúrgica la idea de que la tristeza y la depresión sean lo mismo, y fue más allá: denunció que se ha convertido en norma medicalizar las emociones humanas. Según Marín, lo que antes era miedo, duelo o cansancio, hoy se etiqueta como trastorno psiquiátrico.

Psiquiatrizar las emociones: la peligrosa moda de llamar enfermedad a las reacciones humanas
El doctor Marín no titubeó al afirmar que ningún antidepresivo ha curado jamás la depresión. Los fármacos, dijo, pueden ser útiles en algunos casos, pero nunca deben sustituir al verdadero tratamiento: comprender las emociones y enfrentarlas. “La medicina olvidó la salud hace mucho tiempo”, lanzó, dejando en shock a los oyentes del pódcast. El psiquiatra aseguró que la sociedad actual ha caído en una trampa peligrosa: psiquiatrizar la naturaleza humana. “El miedo lo hemos convertido en ansiedad, la tristeza la hemos convertido en depresión”, explicó. Y advirtió que esta tendencia no solo confunde a los pacientes, sino que alimenta una industria millonaria basada en medicar lo que en realidad son procesos normales de la vida.
En uno de los momentos más reveladores del programa, José Luis Marín aclaró que muchas personas confunden el duelo con la depresión. Una pérdida, ya sea de un ser querido o del empleo, genera sufrimiento intenso, insomnio y apatía, pero eso no lo convierte en una enfermedad. Para el experto, el duelo es humano y siempre lo será. Sin embargo, hoy se ha reducido a una etiqueta clínica: un diagnóstico de depresión. La explicación del psiquiatra puso en jaque a la narrativa médica tradicional. “No hay un marcador biológico, como decimos nosotros, en la depresión, ni en la esquizofrenia, ni en la anorexia nerviosa, ni en el consumo de sustancias, ni en la ansiedad”, declaró. Esto significa que no hay análisis de sangre ni pruebas científicas capaces de confirmar el diagnóstico con exactitud. Entonces, ¿qué estamos tratando realmente? Para Marín, lo que vemos son manifestaciones del sufrimiento humano, no patologías cerebrales.

La dictadura de la felicidad y la criminalización de la tristeza
El especialista también denunció la presión social de vivir en una eterna euforia. “Hoy está prohibido estar triste. Se nos vende que debemos estar felices todo el tiempo”, criticó en conversación con Carlos Ríos. Pero, para él, esta exigencia es una cárcel emocional que empuja a millones de personas a medicarse innecesariamente. En su reflexión más poética, Marín defendió la tristeza como una emoción “preciosa y maravillosa”, que permite detenerse, reflexionar, pedir ayuda y reconectar con uno mismo. “La felicidad no es alegría constante, es paz, es silencio interior”, subrayó. Y parafraseando al sociólogo Zygmunt Bauman, concluyó con una advertencia demoledora: “Hoy cualquier idea de felicidad termina en una tienda”.
El episodio del ‘Realfooding Podcast’ se convirtió en una verdadera bofetada al modelo clásico de la psiquiatría. Según Marín, el exceso de diagnósticos ha convertido emociones normales en supuestas enfermedades, mientras la industria farmacéutica gana terreno a costa del sufrimiento de las personas.