Los problemas cardíacos siguen siendo la causa número uno de mortalidad en el mundo, y lo más alarmante es que cada vez afectan a personas más jóvenes. Así lo dejó claro el doctor Aurelio Rojas, cardiólogo con más de una década de experiencia, durante su participación en el pódcast Tengo un plan. Allí, Rojas reveló las cinco claves fundamentales para mantener un corazón fuerte y alargar la esperanza de vida.
El especialista fue contundente: la calidad y la duración de nuestra vida dependen en gran medida de cómo cuidemos este órgano vital. Y, según su experiencia en hospitales y consultas, pequeños cambios cotidianos pueden marcar la diferencia entre vivir plenamente o estar en la antesala de un problema cardíaco grave.

Alimentación y ejercicio: la fórmula que salva vidas
El doctor no titubeó al señalar que la alimentación es la prioridad absoluta. “Somos lo que comemos”, enfatizó. Una dieta cargada de ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas no solo deteriora la figura, sino que dispara el riesgo de infartos, hipertensión y aterosclerosis. Según el especialista, incluso un deportista de élite puede ver su esfuerzo anulado si su dieta no es la adecuada.
En segundo lugar, Rojas subrayó el papel del ejercicio regular. Caminar a partir de 1.000 pasos diarios ya supone beneficios, pero el verdadero escudo contra la enfermedad cardiovascular es la combinación de actividad aeróbica y entrenamiento de fuerza. “La masa muscular del cuádriceps es directamente proporcional con una mayor esperanza de vida”, explicó en el pódcast. Y agregó: “O sea, cuanto más sana esté, no ya no nuestra musculatura general, sino específicamente la de las piernas, pues mejor vamos a vivir con más calidad de vida”.
Estrés, descanso y suplementos: el triángulo olvidado
El tercer y cuarto pilar que destacó el cardiólogo fueron el estrés y el descanso. Ambos factores suelen minimizarse, pero la realidad es que dormir menos de siete horas de forma habitual dispara la mortalidad, mientras que el exceso de tensión emocional puede literalmente “romper el corazón”, como ocurre en el famoso síndrome del corazón roto. Finalmente, el doctor incluyó un quinto elemento: los suplementos. Aunque no son milagrosos, pueden redondear una estrategia de salud adecuada. El déficit de vitamina D, por ejemplo, es común entre quienes padecen problemas cardíacos. De ahí la importancia de tomar sol de forma controlada o recurrir a alternativas nutricionales cuando sea necesario.

Ahora bien, uno de los mitos más arraigados que el Dr. Aurelio desmintió en Tengo un plan es el del vino como protector del corazón. Lejos de ser un aliado, el alcohol incrementa el riesgo de infarto e ictus hasta en un 300% en consumos agudos. El cardiólogo fue tajante: “El alcohol no se puede recomendar en ningún caso como hábito saludable”. En cambio, destacó alimentos que sí tienen un impacto positivo demostrado, como el chocolate negro con alto porcentaje de cacao, rico en polifenoles beneficiosos. Eso sí, siempre con moderación y acompañado de un estilo de vida equilibrado.
Más allá de fórmulas mágicas, el mensaje del doctor Aurelio fue claro y directo: el sedentarismo mata. No se trata de obsesionarse con cifras, sino de introducir hábitos sostenibles a largo plazo. Ir caminando al trabajo, subir escaleras en lugar de usar el ascensor o realizar ejercicios básicos de fuerza pueden convertirse en la vacuna más eficaz contra las enfermedades cardíacas.