Cuando montas un restaurante, deseas, esperas y sobre todo necesitas que los clientes lo abarroten. Es una cuestión económica y también de orgullo. En este planteamiento cabe un local bonito, una oferta económica competitiva, un servicio muy rápido, excelente producto… Los hay que, con gran ambición gastronómica, deciden apostar por tomar una opción más compleja y por una cocina de vanguardia, frecuente en las grandes ciudades pero no tanto en pequeñas poblaciones.

Esta ambición gastronómica es la que tuvieron hace 5 años Elisabet y Gerard cuando decidieron reformar los bajos de un hostal de la familia situado en Pals para abrir el restaurante Vicus. Para ello buscaron a un cocinero con experiencia en grandes cocinas catalanas, Damià Rafecas, que aunque no fuera un número uno quisiera llegar a serlo. Dejaron que Damià diseñara la cocina y reformaron los bajos del edificio sabiendo que no tener terraza en Pals era algo que requería de un interior con personalidad, si querían atraer al comensal de la zona.

Salas de techo alto, mesas separadas, todas con mantel. Un espacio carente de vistas (la carretera que pasa por en medio de Pals a penas está a dos pasos de la puerta) diseñado para aislarte del exterior. Comedor silencioso, servicio atento pero no invasivo.

La cocina es lo diferencial. Comimos platos muy elaborados, con muchos matices. Se trata de ese tipo de comida que merece y necesita de toda tu atención. Para distraer el hambre, unas croquetas de longaniza bien fritas y jugosas. Empezando el menú que nos configuraron, una coca de boquerones muy interesante, con masa muy crujiente y una temperatura templada que hacía cada bocado especialmente agradable. Con el siguiente plato, una berenjena ahumada con queso de cabra todo dispuesto en dados cual ajedrez, se escuchó un ¡oh¡ en la mesa, y no por la presentación si no por el sabor. Exquisito. Al mismo gran nivel el siguiente plato, un meloso carpaccio de pies de cerdo con gambas y minipatatas soufflé, y para terminar los primeros, unas navajas en escabeche, de sabor tan atrevido como su presentación.

Croquetas de longaniza

Coca de boquerones

Berenjena ahumada con queso de cabra

Carpaccio de pies de cerdo con gambas y minipatatas soufflé

Navajas en escabeche

En Vicus presumen de sus arroces, así que para no tener que decidir pedimos los dos que aparecen en la carta, el negro de l’Empordà, y el seco con cigalas. Sin duda destacamos el primero, cuyo color negro, como es típico en el Empordà, no se consigue mediante tinta de calamar, si no mediante cebolla muy caramelizada con mantequilla. Exquisito y magnífica ejecución. Atención, pide el genuino allioli de la casa, que da sabor, textura…y ¡no sienta mal! Para cerrar los salados, un arriesgado Rabo de buey, al que Damià Rafecas coloca encima unas finas hojas de remolacha y un poco de yogur. No te asustes, todo está en cantidades perfectas y las frivolidades de la cocina están muy bien integradas en los platos, consiguiendo que en la boca los sabores y las texturas se mezclen a las mil maravillas.

Arroz negro de l’Empordà

Arroz seco con cigalas

Los postres que comimos, estaban a la altura de todo lo anterior, tanto en concepto, como en sabor. Bordan la tarta tatin de manzana, y sorprende y divierte el postre que elaboran con los limones que tienen al lado del restaurante, que recuerda al típico helado comercial del “limón helado”.

Tarta tatin de manzana

Helado de limón

El Vicus es una caja de sorpresas, una fiesta para los sentidos. Un restaurante en el que las mejores visitas las encuentras en el plato, en el que en cada bocado y en cada trago (curiosa y trabajada carta de vinos de pequeña producción) se “degusta” la gran dedicación y compenetración del equipo cocina-sala. Aunque solo seas asidu@ de restaurantes de comida tradicional, aunque en verano solo quieras ir de terraza en terraza, dale una oportunidad al equipo del Vicus. ¡La merece!

Puntuación
Comida   Vinos
83   75
Servicio   Local
70   67
Precio   Estrellas Miguelín
40€  
Por persona: entrante, principal, postre y copa de vino. Tienen menú degustación y de arroz.   

 ¿Dónde está Vicus restaurant?

 

Dirección: Calle Enginyer Algarra, 51 – 17256 Pals (Baix Empordà)

Teléfono: 972 636 088

Horario:  de 13:00-15:30 / 20:00-22:30 // Martes cerrado

Webvicusrestaurant.com