Hasta los niños saben que existen 4 sabores: dulce, salado, amargo y ácido. Últimamente se habla de un quinto sabor, el umami, descubierto por un científico japonés. Umami significa sabor delicioso, sabroso. Algo confuso, ¿no? Se trata el sabor “rico”, que ayuda a la salivación,  estimula el paladar y se encuentra en alimentos que a muchos gustan como el jamón serrano, el tomate o el queso parmesano. Los Miguelines no acabamos de entenderlo del todo, esperamos que tú sí.

Que la ciencia pase ya del umami y se ponga por la labor de reconocer el más importante, el sexto sabor: el cariño, también llamado mimo. ¿Qué narices es? ¿En qué consiste ese sabor que hace que digas que la mejor tortilla de patatas o las mejores croquetas son las de tu casa o las de tu abuela? En Casa Dorita, diminutivo de Adoración (nombre clásico donde los haya) dominan a la perfección el uso de ese sexto sabor  que los científicos ya tardan en investigar. No hay plato de Casa Dorita que no lleve toneladas de cariño en él.       

Quizás uno de los secretos del local es que está regentado por una no dueña. Sí has leído bien, una no dueña. Subrayamos el no porque este local que tiene el cariño o el mimo por bandera no sería igual sin la presencia de Isabel, que no es la dueña pero que actúa como si lo fuera. ¡Qué importante es esto en cualquier local para dotarlo de personalidad suficiente para hacerte sentir como en casa desde el primer momento! No es casualidad que el barrio entero conozca el restaurante, no sólo para ir a comer, también para comprar la comida y llevársela a casa. Es un sitio magnético, que te atrae y te hace regresar una y otra vez.  

Local sencillo, situado donde el ordenado Eixample se funde con los caóticos Raval y Poble Sec. Espacio de sutil personalidad, pequeño, mesas muy juntas, manteles individuales de papel y servicio expeditivo pero familiar. Banco corrido y sillas pequeñas, provocarán peleas por ver quien se sienta en el cómodo banco con cojines a prueba de todo tipo de traseros. Conversaciones secretas o citas íntimas: NO es vuestro sitio. 

La cocina es sencilla, pero a cada ingrediente, a cada plato, se le saca el 110%. Por ejemplo, la mortadela italiana, cortada muy muy fina, la sirven con un picadito de frutos secos encima y un generoso chorrito de aceite trufado. Menos cocina imposible, pero más ganas de repetir también, imposible. Eso es mimo, el que se percibe en cada plato, el que hace de lo más sencillo algo inolvidable. Pasa lo mismo con platos como la cecina, simplemente espectacular, o como las alubias blancas con butifarra y morcilla, o la jugosa pluma ibérica a la brasa, productos sencillos a los que se ha sacado el máximo de sabor.

Mortadela italiana

Mortadela

Cecina

Cecina

Alubias con butifarra y morcilla

Mongetes amb butifarra

Pluma ibérica 

Pluma de porc ibèric a la brasa

Surtido de quesos

Assortit de formatges

Surtido de postres

Assortit de postres

Lo que hace Casa Dorita parece fácil, pero no lo es. Se ha convertido en poco tiempo un referente para el barrio, así que encontrarás un montón de desenfadada clientela  junto a algunos turistas que saben encontrar sitios auténticos. Se come deprisa, así que llegan a hacer 3 turnos por servicio en días de mucho trabajo. Bullicioso, amigo de la gente del barrio,  tanto de la mayor como de la joven. Restaurante sin pretensiones, restaurante de sensaciones, restaurante muy económico pero de muchos sabores. ¡Imposible visitarlo  una sola vez!

Puntuación
Comida   Vinos
69   70
Servicio   Local
67   68
Precio   Estrellas Miguelín
25€   1 estrelles
Por persona: 5-6 platos a compartir + 1 copa de vino   

Dónde está Casa Dorita 

Dirección: C/ de Tamarit, 142, 08015 Barcelona

Teléfono: 938 53 91 95

Horario: De martes a domingo de 9:00 a 17:00 y de 20:00 a 00:00. Lunes cerrado. 

Web: www.casadorita.com