Letizia llegó a Zarzuela hace más de dos décadas como un terremoto. Estaba dispuesta a poner todo patas arriba. A excepción de la infanta Cristina, los Borbón no la recibieron con la más cálida bienvenida, siempre la trataban con desprecio por el simple hecho de ser una plebeya. Poco a poco ha demostrado que reina se hace, no se nace. Espero el momento propicio para vengarse de ellos y expulsarles de la corona, tuvo un buen motivo. Ahora es ella quien impone sus propias normas, especialmente en casa y con sus dos hijas. Felipe VI decide más bien poco.
Sin embargo, en las últimas semanas los reyes han tenido varios enfrentamientos y momentos de tensión por la situación de Leonor en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Ya antes de finalizar el año, la reina mostró su desacuerdo con este viaje, no quería tener a su hija seis meses fuera de casa. Para ella la formación militar es totalmente innecesaria a día de hoy, pero para Felipe VI es obligatoria para un Jefe de Estado como será su hija. Debe conseguir la máxima condecoración de los tres ejércitos, y el viaje en el buque escuela forma parte del programa de la Armada. Además, es una de las experiencias más enriquecedoras de estos tres años.
Leonor ha superado los tres meses de travesía, cuando menos se lo espere encarará la recta final de esta aventura. Este martes 6 de mayo se despedirá de Panamá, y pondrá rumbo a otros destinos como Colombia, República Dominicana o Estados Unidos, las últimas escalas antes de volver a España.
Casa Real tomó medidas drásticas con la persecución mediática
Parece que la persecución mediática a la princesa se ha controlado en los últimos destinos, tanto en Perú como en Panamá, y es que Casa Real tuvo que tomar medidas drásticas tras los acontecimientos vividos en Chile. Una persona anónima la fotografió en un pub con una gran jarra de cerveza. Pero no ha sido lo único, un centro comercial difundió las imágenes de sus cámaras de seguridad vulnerando la privacidad e intimidad de la princesa y cualquier otra persona, ya que es un delito. Al ver que Casa Real tomaba medidas, los paparazzis también dejaron de hacer una persecución a la hermana de Sofía.
Letizia se enfadó mucho ese día, montó en cólera y quiso hablar seriamente con los cinco escoltas que acompañan a Leonor en esta aventura. Quiso saber quien viajaba con ella ese día. A la reina no le tembló el pulso y los dos escoltas quedaron suspendidos de empleo y sueldo, se les despidió y volvieron a España en avión. No quería volver a verles. Se mejoró la seguridad de la princesa.
