Dicen que la reina Sofía pasa más tiempo en el extranjero que en Madrid. Que viaja mucho a Londres y a su Grecia natal, acompañada siempre por su inseparable hermana pequeña, Irene. No es extraño, en su casa la tratan como un jarrón o un pongo, es decorativa y poco más. Tampoco tiene a su marido cerca, aunque eso no sea ninguna novedad. Ni antes de huir por piernas a Abu Dabi, ni evidentemente después, Juan Carlos le dedicaba su atención. De hecho este 2022 ha tenido más contacto que en años anteriores, assitiendo juntos al funeral por Isabel II. Quién sabe si habrá sido la última aparición pública del matrimonio. Sólo el tiempo lo dirá. Lo que seguro que no es que haya sido la última escapada de la emérita fuera de España. Viaja más que Willy Fog. Y lo seguirá haciendo.
Constantino, el hermano exrey de Sofía, está muy deteriorado
Uno de los últimos vuelos que ha realizado ha sido a Atenas. Llegó allí la semana pasada para mantener un encuentro familiar en un restaurante de la capital, muy cerca del antiguo palacio real, hoy en día parlamento griego. Un palacio que conocen de cuando eran pequeños, y en el que reinó su hermano Constantino hasta que en 1973 se aboliera la monarquia, aunque había tenido que exiliarse ya desde 1967. El hombre de 82 años (uno menos que la consorte española) ha vuelto a vivir en el centro de Atenas por motivos de salud. De mala salud, para ser más exactos. Ha sido ingresado en varias ocasiones y los trayectos al hospital desde Porto Helio, donde residía con su mujer, eran demasiado largos, pesados y peligrosos. Está muy deteriorado, su imagen ha cambiado mucho en los últimos años.
Las fotos de Sofía ayudando a su hermano exrey, que va en silla de ruedas
El diario griego 'Parapolitika' publica las fotos del encuentro familiar y que acreditan que Constantino no pasa por sus mejores momentos. Fue ingresado el pasado diciembre por una neumonía y un edema, recuerda 'Vanitatis', aparte de contagiarse de covid unas semanas después. Unos trances que lo han dejado en silla de ruedas, con una máquina de oxígeno conectada y con una pérdida de peso más que notable. El hombre necesita de atención constante y de calor y afecto. En las imágenes vemos Sofía e Irene muy pendientes de su hermano exrey, ayudando a mover la silla de ruedas, acompañándolo y poniendo su brazo sobre él. Los miembros de esta familia mantienen los lazos internos con fortaleza, una utopía para Sofía cuando vuelve a España, a su reino. Grecia le ayuda a recordar la infancia y juventud, quizás a arrepentirse de algunas decisiones, a recuperar aquello que dejó atrás cuando se enredó con Juanito. Vaya fichaje. Sí, ha sido reina y le ha tocado el gordo, pero a qué precio. Humillada y sola, y rodeada de escándalos y desprecios.
La vida de Sofía gira en torno a exreyes. Parece que cualquier tiempo pasado fue mejor. Mucho mejor.