Si el conde de Barcelona, Don Juan de Borbón, levantara la cabeza, vería que el legado que dejó hace 25 años con su muerte, se tambalea. Dos días antes de celebrarse la misa en honor de su deceso, su nuera Sofía y la mujer de su nieto, la reina Letizia, protagonizaron uno de los vídeos del año, avergonzando a la monarquía. Incluso Mari Chantal, familia de la reina Sofía de la rama griega, respondió indignada.
El rey Felipe, y su padre Juan Carlos, son testigos presenciales de la tensión sin ser capaces de hacer nada más que mirar la escena con resignación. Quizás todo eso no hubiera pasado si el rey Juan Carlos hubiera hecho más caso a la petición que le hizo su padre, el conde de Barcelona, antes de morir. Según escribe la cronista azul Pilar Eyre en Lecturas, a raíz del 25º aniversario de la muerte de Don Juan, el rey Juan Carlos acostumbra a explicar a sus amistades, entre sonrisas y lágrimas, qué es lo que le pidió de cara al día que faltara. En palabras de Juan Carlos I: "Papá me decía: 'incineradme y echadme al mar. Los entierros normales me parecen tristes', y yo le contestaba: 'Oye, que tampoco es plan llevarse a los muertos a un flamenquito...".
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Quizás si le hubieran incinerado y hubieran lanzado sus cenizas al Mediterráneo, se hubieran ahorrado muchos dolores de cabeza. Pero Don Juan se equivocaba al pensar que los entierros normales le parecen tristes. Bien, quizás su entierro sí que lo fue, pero la conmemoración de su entierro ha sido como El club de la comedia. Mucho mejor que un flamenquito. La disputa viral entre Sofía y Letizia aspira desde ya, a ser un antes y un después en el día a día de la Casa Real.
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Don Juan y su esposa, María de las Mercedes, serán los últimos en ocupar sus respectivos sarcófagos en el Panteón de los Reyes de El Escorial, ya que no hay más espacio para acoger más urnas. Este hecho ha reabierto el debate sobre dónde serán enterrados los padres del rey Felipe cuando llegue el momento. La propia Sofía ya decía hace un tiempo que hagan lo que quieran con ella una vez fallezca. Que se lo pregunten a Letizia...
Eyre también explica en su artículo que en el lecho de muerte de Don Juan, como él ya no tenía fuerzas para decir unas últimas palabras, fue su nieto Felipe quién lo hizo y quién leyó un sentido adiós: "Querida María, ahora vemos que nuestras esperanzas no iban desencaminadas.... Hemos tenido la dicha, como súbditos, y la alegría, como padres, de ver encarnarse en nuestro hijo la institución a la que hemos dado nuestras vidas". Entonces, Don Juan se acercó a la oreja de Juan Carlos para balbucear: "Señor, deber cumplido". Quizás ahora Don Juan habría añadido: "Y hemos tenido la desdicha de ver como la actual reina y su suegra no se soportan...".
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Pero los Borbones y todo lo que les rodea, son expertos en combinar una actitud, a priori, sentida y ejemplar con una borbonada digna de una película de Berlanga. Sólo hay que recordar los elefantes o los tiros en el pie. Por eso, Eyre también expone una anécdota que sirve de anticlímax al momento triste de la muerte de Don Juan. Cuando al dejar libre la habitación de la clínica se supo que el Cesid la había llenado de micrófonos y las conversaciones gravadas corrieron por todas las redacciones. En una de ellas, el rey Juan Carlos, con su padre allí presente, le dijo a Felipe: "Felipón, dile a tu hermana que, si sigue montando así, se va a escoñar"... Parece una escena de La escopeta nacional. Como la foto de Sofía y Letícia. Como casi todo lo que últimamente tiene que ver con la familia real.