La reina Sofía está viviendo unos momentos muy complicados. En los últimos años ha tenido que enfrentarse a perdidas muy importantes en su vida. Hace tres años se despidió de su hermano Constantino quien falleció prácticamente por sorpresa a causa de un derrame cerebral. Ella viajaba mucho a Londres, donde vivía en el exilio a visitarle. Pocos meses más tarde se confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer. La octogenaria se convirtió en una compañera de viaje para la madre de Felipe VI en sus peores momentos, cuando descubrió las humillaciones de Juan Carlos I. Venía para unos días pero finalmente, al no encontrar pareja, se quedó a vivir en palacio. Ahora su mayor apoyo ya no recuerda absolutamente nada, y está perdiendo funciones vitales, como caminar.

La reina Sofia amb Felip VI
La reina Sofía con Felipe VI

Según Pilar Eyre, la reina Sofía está muy mal anímicamente, sus hijos están muy preocupados por su estado, creen que le podría afectar a la salud, tal y como les han comunicado los médicos. Está triste, se encierra en su habitación de palacio y llora desconsoladamente, si Elena, Cristina o Felipe no aparecen de visita, ella no quiere salir. Apenas come ni duerme. Está muy cansada. Se ve muy mayor, sabe que le quedan pocos años de vida y además de despedirse de personas muy importantes en su vida, no logra reunir a toda la familia al completo, como antaño, su mayor sueño.

La reina Sofía se ha quedado sola 

Ese es el peor problema de la reina Sofía, una mujer muy tradicional, religiosa y familiar. Ve a su familia dividida y se encuentra muy sola, tal y como ha hecho saber a sus hijos. Siempre que acaba pronto con su agenda institucional, Felipe VI se pasa por palacio dándose un paseo nocturno para dar las buenas noches a su madre. La infanta Elena también la visita varias tardes cuando viene a ver a sus caballos a las cuadras.

La reina Sofía ve que se ha quedado sin marido y sin hijos. Juan Carlos I nunca la quiso, y Felipe VI ha sucumbido a las órdenes de Letizia, mientras que Cristina está lejos y Elena apoya constantemente al emérito. La emérita ve que tiene más ojos para su padre que para su madre. Esta semana vuelve a viajar a Sanxenxo para acompañarle durante las regatas. “En estos momentos no hay una mujer más sola en España que la reina Sofía”, argumenta Pilar Eyre.

Sus hijas la quieren, lógicamente, es su madre, pero tienen más trato y complicidad con su padre. Todo se lo cuentan a él, hay mayor confianza. Siempre que tienen algún problema se dirigen a él. La reina Sofía es un cero a la izquierda.

La reina Sofía recogiendo plásticos del parque
La reina Sofía recogiendo plásticos del parque