Juan Carlos I y la reina Sofía se casaron por obligación. Ella estaba enamorada de Harald de Noruega, pero sufrió un desengaño amoroso porque no era correspondido. En cambio, el emérito mantenía una relación con Olghina de Robilant en aquel momento, curiosamente una escritora plebeya. Juan de Borbón acabó con esa relación para que su hijo se casase con la emérita y emparentasen dos monarquías. La hija de la reina Federica siempre había sido una mujer muy religiosa, tradicional y familiar, y aunque no estaba enamorada hizo todo lo posible para enamorar a su prometido y al futuro padre de sus hijos. Sin embargo, el padre de Felipe VI no estaba dispuesto a enamorarse. Él era hombre de varias mujeres, de hecho siempre se ha hablado de las infidelidades a la reina Sofía.

Juan Carlos y la reina Sofía conversando / EFE
Juan Carlos y la reina Sofía conversando / EFE

La reina Sofía se ha sentido siempre muy humillada, y aunque ha cesado la convivencia con Juan Carlos I desde hace años, siempre le ha ayudado al ser el padre de sus hijos. Se ha preocupado de él cuando le han ingresado por alguna operación, visitándole en el hospital, incluso ha viajado en alguna ocasión a Abu Dabi y ha coincidido en varias bodas. El emérito se siente muy agradecido a la madre de sus hijos, aunque nunca la ha querido para una relación, estuvo a su lado cuando su madre tuvo serios problemas con el alcohol a causa de la muerte de su hijo y la depresión que arrastraba. Por ello se siente en deuda. Se conoce que la reina Sofía es una de las herederas de su patrimonio, junto a las infantas Elena y Cristina.

La reina Sofía está muy afectada por la muerte de su hermano y la enfermedad de su hermana 

Juan Carlos I y la reina Sofía son más o menos de la misma edad, tan solo se llevan unos meses de diferencia. Él tiene 87 años y ella los hará en noviembre. Justo los dos empiezan a tener algunos problemas de salud, como problemas de movilidad y hay quien se atreve a diagnosticarles demencia senil, como Zarzalejos, por los olvidos que han presentado en algunas ocasiones.

Felipe VI, Elena y Cristina saben que la reina Sofía lo está pasando muy mal desde que falleció su hermano Constantino y a su otra hermana, Irene de Grecia, le diagnosticaron Alzheimer, una enfermedad que ya ha avanzado a pasos agigantados. Está muy triste e intentan que se despeje. Por este motivo no quieren contarle que Juan Carlos I no está bien. Hay mucha preocupación por el patriarca de los Borbón. Tiene serios problemas de movilidad sin solución debido a la fuerte artrosis que padece. Es muy probable que se quede en silla de ruedas dentro de muy poco tiempo, aunque él es muy testarudo y se resiste a ello.

La reina Sofía y Juan Carlos I
La reina Sofía y Juan Carlos I