La situación médica de Ernesto de Hannover, conde del mismo nombre y miembro de la nobleza alemana, es más crítica que nunca. A sus 71 años, el príncipe fue ingresado de urgencia en la clínica Ruber Internacional de Madrid hace ya más de una semana, en lo que representa otro episodio más de su declive físico. Ya son varios ingresos en los últimos meses. Y aunque no se ha divulgado un diagnóstico oficial, fuentes cercanas aseguran que sufre una enfermedad degenerativa e irreversible, lo que ha acelerado notablemente el deterioro de su salud.

No obstante, parece que a pocos les importa cómo evoluciona Ernesto. En este momento complicado de su vida, cabría esperar un entorno familiar volcado en su cuidado. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Gente tan cercana como su hija Alexandra o su todavía esposa Carolina de Mónaco se han mantenido completamente al margen. No quieren saber nada de él. Ni han ido a verlo ni lo han llamado. Y no son las únicas de quienes cabría esperar un poco de compasión y no la están teniendo.

Ernesto de Hannover en Madrid
Ernesto de Hannover en Madrid

La reina emérita Sofía pasa olímpicamente de su primo, pese a que los médicos dicen que se está muriendo

La reina emérita Sofía, prima de Ernesto, también ha optado por la indiferencia total. A pesar de que ha sido informada de la gravedad de su estado, la madre de Felipe VI ha decidido no acudir al hospital, ni tampoco establecer ningún tipo de contacto con Ernesto. Y eso que lo tiene a 12 kilómetros, que es lo que separa Zarzuela de la Clínica.

Lo cierto es que Sofía hace muchos años que no le coge el teléfono a Ernesto de Hannover, con lo que este pasotismo no es nuevo ni sorprendente. Una postura mantenida durante años de distanciamiento, nacida de diferencias personales y morales irreconciliables. Para Sofía, cuya vida pública ha estado marcada por la discreción, la ética y la defensa de la buena imagen institucional, Ernesto representa todo lo contrario. Escándalos públicos, excesos con el alcohol, su carácter irascible, polémicas constantes, enfrentamientos con los medios… han sido fuente de vergüenza dentro del círculo real, especialmente para una figura como Sofía, que siempre ha defendido la integridad de la monarquía.

Reina Sofia
Reina Sofia

La reina Sofía rompió relaciones para siempre

Según el relato de varias fuentes cercanas a la monarquía española, la reina emérita rompió toda relación con Ernesto hace años, profundamente decepcionada por lo que consideraba un comportamiento “sin propósito ni contención”. Desde entonces, no ha habido reconciliación, ni siquiera tentativas.

Tampoco el declive terminal del príncipe alemán no ha provocado ningún cambio en su actitud. En palabras de allegados a Zarzuela, para ella, Ernesto ya no forma parte de su mundo: es “una herida cerrada”, y cualquier gesto hacia él sería, en su visión, una forma de legitimar conductas inaceptables.