Juan Carlos I tiene muchas ganas de volver a España, es algo que ha hecho saber a Felipe VI, pero parece que éste no está muy dispuesto a que sus deseos se materialicen. El emérito no va a volver a su país nunca más. Siempre que aparece se pone en el foco mediático y eso es algo que preocupa a su hijo. Hace unos meses demandó a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en su último libro. Una acción que tomó sin consultar a Casa Real, no eran conocedores de ese movimiento. Tampoco de que había escrito sus memorias. Ha concedido su historia a una periodista francesa. El libro ya está escrito y preparado para salir, pero parece que aún no va a ver la luz. Casa Real estaría detrás del freno. Ni en enero ni en junio, y parece que en noviembre tampoco.

Juan Carlos I y Pedro Sánchez
Juan Carlos I y Pedro Sánchez

Las últimas polémicas de Juan Carlos I solo eran una estrategia. El emérito quería desafiar a su hijo para demostrarle que aún tiene mucho poder y puede acabar con su reinado siempre que se lo proponga. Solo pide abandonar Abu Dabi, donde lleva cinco años en el exilio y ha acabado harto. Está a miles de kilómetros de su familia y amigos, y ahora ya no lo ve un lugar seguro, ya que además es una persona muy mayor. Sería una deshonra para él morir lejos de España.

Con la insistencia de la infanta Elena, finalmente Felipe VI ha aceptado que Juan Carlos I viva más cerca de España. Desde el pasado mes de julio está instalado en una urbanización de lujo en la zona de Cascais, en Lisboa, Portugal. A tan solo una hora en avión de Madrid y a una hora en coche de la frontera. Los médicos ya hablaron con el monarca y le comunicaron que su padre ya no podía hacer vuelos tan largos, no era lo más recomendable.

Juan Carlos I está enamorado de un pueblo de Galicia 

Juan Carlos I está más cerca de Sanxenxo, que es una tierra donde siempre le han recibido con los brazos abiertos. Una de las ideas era que se quedase a vivir en Galicia. Viaja mucho para participar en las regatas y siempre se aloja en la casa de Pedro Campos.

Hay veces que baja de Sanxenxo a Lisboa en coche y se ha quedado enamorado de un pueblo de Galicia donde podría instalarse. Un pueblo de tan solo 18.000 habitantes, rodeado de mar, en la localidad pontevedresa.

Se trata de El Val Miñor, donde se asienta Migran. Numerosos dólmenes y mámoas se diseminan por el interior del municipio, en zonas como Monte Castelo o Coto da Raposa. El Medievo propició la construcción de edificios románicos, con el puente del siglo XIII, de la parroquia de San Pedro de A Ramallosa.

San Fiz de Nigrán es el interior que conecta la zona de la playa con la de montaña, donde se encuentran algunas casas solitarias y pequeños comercios rodeados por una iglesia parroquial. Una de las localidades portuguesas más cercanas es Braga, y en breve se encuentra con Oporto en su camino hacia Lisboa.

El exmonarca siempre hace un descanso en este pueblo, alguna vez incluso estuvo mirando casas por la zona. Le conocen en algunos lugares de la zona. “Todos sabemos que es el rey”, dice alegre una habitante de este pueblo.

san fiz de nigrán
san fiz de nigrán