La complicidad de Paloma Rocasolano con Letizia es máxima. Aunque en ocasiones han discutido por desavenencias, como la disparatada juventud de la reina, o su temprana relación con su profesor de instituto a los 17 años, la enfermera jubilada siempre la ha defendido y apoyado, como cualquier madre. No se podía creer que su hija iba a casarse con el futuro rey de España, y que por tanto se convertiría en la reina, la mujer más poderosa del país. Paloma Rocasolano emparentaría con la Casa Real, la familia más inaccesible de España. Se mostró muy ilusionada, aunque los inicio fueron duros porque pasó de ser una mujer totalmente anónima a una de las más buscadas. Tuvo que cambiar muchos hábitos, pero no le costó demasiado.
Letizia contó a Paloma Rocasolano que no estaba enamorada de Felipe, solo vio la oportunidad de convertirse en la mujer más poderosa. La reina es muy ambiciosa. Se equivocó, pero no sabía como renunciar a la corona una vez que se casó con el entonces príncipe. La enfermera jubilada le aconsejó que se sentase con su marido y le explicase la verdad, más que nada porque estaba embarazada de su primera hija, Leonor.
Paloma Rocasolano apoyó a Letizia a verse con otro
La reina quería abandonar Zarzuela y empezar una nueva vida con Jaime del Burgo, con quien se veía a escondidas y de quien estaba supuestamente realmente enamorada. Tenían planeado marcharse a Miami, donde formarían una familia mediante la gestación subrogada. Toda la familia Ortiz Rocasolano estaba al corriente de los hechos. De hecho, Telma Ortiz también fue cooperadora necesaria.
Según Pilar Eyre, la relación de Telma y Jaime del Burgo fue una falsa. Les descubrieron, y para continuar viéndose sin levantar sospechas, el abogado fingió enamorarse de la hermana de la reina. Ella lo sabía y aceptó esa relación de conveniencia. Sorprende que viniese a ver a la hermana de Letizia a Barcelona y en vez de quedarse en su casa, se hospedase en el exclusivo y carísimo Hotel Arts. "Él vivía entre Suiza y Estados Unidos y Telma siguió residiendo en Barcelona, pero lo más extraño es que cuando del Burgo la visitaba, se alojaba en el Hotel Arts en lugar de compartir con su mujer el piso de Sarriá".
Un pacto secreto a tres bandas que conocían todos y guardaron silencio, nadie le confesó a Felipe la verdad, no lo vieron necesario. "Os casáis, no hace falta que viváis juntos nunca, ni cuando compartáis ciudad, pero simuláis que sois un matrimonio”.