Pablo Urdangarin fue el portavoz de la familia cuando se anunció la separación de la infanta Cristina e Iñaki. A sus recién cumplidos 20 años en aquel entonces, atendía a la prensa con mucha educación y respeto. Mostró una gran responsabilidad. “Son cosas que pasan”, dijo restándole importancia al asunto. El jugador de balonmano es quien más relación tiene con el exduque de Palma y fue el primero en comprender la relación de su padre con Ainhoa Armentia y dar una oportunidad a la abogada, aunque toda la familia va con pies de plomo. No se ha visto a la vitoriana en ningún momento en un partido de balonmano del joven.
Quien siempre aparece en sus partidos, incluso en los que se celebran fuera de Cataluña, es Johanna Zott, la pareja del joven. Es el hijo más atractivo de la familia Urdangarin, el más parecido a Iñaki. Soltero de oro, pero por fin encontró a su gran amor. La futura doctora está muy enamorada del nieto de Juan Carlos I. Llevan tres años de relación y su amor está más que consolidado. Comparten confidencias con la infanta Cristina, conoce a Iñaki, y también al resto de la familia. Es una más, incluso ha viajado a Abu Dabi para asistir a los últimos cumpleaños del emérito.
Johanna Zott es una más de los Borbón
Johanna Zott ya tiene hasta habitación privada en Zarzuela. Pablo Urdangarin es el nieto más querido por la reina Sofía y le recibe con mucha ilusión cuando le visita en Madrid, a veces ella también se desplaza para verle jugar a balonmano. Tiene muy buena relación con la futura doctora catalana y les deja una de las mejores habitaciones del palacio para ambos.
Prueba de que ya es una más, Johanna Zott ha dejado constancia de su paso por Zarzuela, un gran error que le fue penalizado. En la red social VSCO, centrada en la edición fotográfica y en la que suele dar cuenta de su faceta personal, publicando imágenes habitualmente junto al deportista, la joven tenía una foto tomada en el interior de uno de los salones del Palacio Real. Casa Real no permite que nadie realice fotografías ni vídeo en el interior ni tan siquiera grabe conversaciones. El personal de seguridad de la entrada se encarga de cachear a todos los invitados, y están obligados a dejar sus pertenencias en las taquillas. Johanna es una más de la familia y se le ha permitido entrar con su teléfono móvil provocando esta polémica. Rápidamente, la pareja de Pablo borró la imagen y ya no ha quedado ni rastro. Pero esto no es más que una prueba que todos los Urdangarin han ido con sus parejas a enseñarles el palacio.