Camilla Parker-Bowles fue la otra gran protagonista del día de hoy en la ceremonia de coronación en la Abadía de Westminster. No solo Carlos III de Inglaterra se puso la corona de manera oficial, sino también su esposa. La madrastra de Guillermo y Enrique no perdió ocasión para lucir sus mejores vestidos. Más allá de la pomposa corona que le puso el arzobispo de Canterbury en su cabeza y que la proclamaba como reina (que no como reina consorte), Camilla usó un fastuoso y fabuloso vestido que fue sujetado por los pajes reales. Increíble este vestido, que tiene detrás una simbología y una interpretación.

camila coronació
camila coronació

"Los adornos del vestido de la Coronación de Camilla incluyen delicadas guirnaldas de flores silvestres de campos y setos: cadenas de margaritas, nomeolvides, celidonias y pimpinelas escarlata, que representan el afecto del Rey y la Reina Consorte por la naturaleza y la campiña británica", cuentan en el portal digital especializado en moda y estilismo 'Mujer Hoy'. Pero se dejan un detalle... un detalle de la campiña, seguramente. Y es que una usuaria de Twitter muy fan de Tintin se ha fijado en un detalle único que se nos había pasado por alto... La Reina de Inglaterra lleva bordados unos perritos en la parte inferior de su vestido, concretamente un par, que se parecen mucho a los que tiene adoptados -precisamente dos también- con Charles The Third. ¿Un guiño a Milú, el perro de Tintín? Seguro que le encantaría.

Un saludo... con cinco ausencias llamativas

El príncipe Harry y el duque de York, el príncipe Andrés, fueron las dos únicas personas de la Familia Real que acudieron a la coronación en Westminster, pero fallaron en el saludo real en Buckingham Palace. Los aledaños del Palacio se llenaron hasta la bandera con tal de ver por primera vez con los propios ojos al rey ungido y coronado, y también a la reina, ambos con corona. Más allá de ellos dos, la intención de todos los ciudadanos ingleses (y guiris algunos, ya que ha habido mucho turismo estos días) era la de saludar al resto de la Royal Family. Podrían con todos, menos con Harry (que se volvió pitando al aeropuerto), el príncipe Andrés (rodeado por la polémica en los últimos años) y, por supuesto, Meghan Markle y sus dos hijos Archie y Lilibeth, que se quedaron en EEUU al ser el cumpleaños del chaval. Harry ya está a punto de llegar de nuevo a América.