La presencia de Miguel Urdangarin en el Palacio de Zarzuela ha dejado de ser bienvenida para Felipe VI y la reina Letizia. El joven, nieto del rey emérito Juan Carlos I, que durante años ha sido discreto y ha pasado desapercibido, ha pasado a ser un conflicto para los monarcas. Está generando tensiones dentro de la familia real, provocando incluso que le hayan solicitado abandonar la residencia oficial.
Todo comenzó hace más de un año cuando Miguel sufrió una lesión en plena formación como instructor de esquí. Sin un plan alternativo definido y con mucho tiempo libre, decidió instalarse en el ala privada de su abuela, la reina Sofía, en Zarzuela. Fue allí donde coincidió con su hermana menor, Irene, quien también estaba disfrutando de un año sabático. Ambos encontraron en el palacio un refugio ideal para hacer y deshacer, lejos de los focos y del control de su madre.

Miguel e Irene Urdangarin hacen de Zarzuela su refugio privado de vacaciones
Pero la estancia que se suponía temporal se fue extendiendo. Miguel comenzó a hacer de Zarzuela su base habitual, combinando encuentros con amigos y su pareja, Olympia, con fiestas y reuniones que se alargaban hasta altas horas de la noche. Irene, sumergida en su romance con su primo lejano Juan Urquijo, también se vio involucrada en esta dinámica. La actividad social en la residencia empezó a descontrolarse.
Aunque la reina Sofía mantuvo una actitud tolerante, la situación no pasó desapercibida para Felipe VI y Letizia, que no tardaron en mostrar su malestar. Para ellos, Zarzuela es un lugar de trabajo y representación institucional, no un bed&breakfast ni un espacio para la vida social nocturna que perturbe la calma del recinto.
Finalizando el verano, los reyes tomaron una decisión clara: Miguel e Irene fueron invitados a abandonar la residencia para evitar más inconvenientes durante su ausencia. Ambos se trasladaron al Reino Unido, aunque Miguel continuó regresando con frecuencia a Madrid bajo el pretexto de visitar a su abuela, aunque en realidad lo hacía para estar con Olympia.

Felipe y Letizia no permitirán que se repita lo del verano pasado
Este verano, Miguel ha vuelto a instalarse en Zarzuela con la intención de permanecer durante toda la temporada estival. Y algunos comportamientos han empezado a repetirse. Algo que Felipe y Letizia no están dispuestos a permitir. No se quedarán mirando en esta ocasión.
Miguel ha vuelto a las andadas, manteniendo los encuentros con amigos hasta altas horas de la madrugada. Y han llegado al límite, forzando una decisión drástica. No se le permitirá pasar todo el verano en Zarzuela. Solo unos días para compartir con su abuela. El resto del tiempo tendrá que buscarse otro alojamiento. Ya le han dicho a la infanta Cristina que tendrá que alojarse en otro lugar. No le quieren allí cuando vuelva la princesa Leonor a mediados de julio tras completar su formación en la Armada.