El mundo entero vuelve a girar alrededor de Meghan Markle, esta vez no por sus declaraciones incendiarias contra la realeza británica, sino por las sorprendentes imágenes que compartió desde el rodaje de la segunda temporada de su serie documental, ‘With Love, Meghan’. En una publicación que rápidamente se viralizó, la duquesa de Sussex mostró a Archie y Lilibet, sus pequeños herederos, convertidos en auténticos “mini ayudantes” mientras la acompañaban tras las cámaras. Aunque las instantáneas buscaban reflejar un ambiente familiar, lo cierto es que no pasaron desapercibidas. La prensa y los seguidores de la Casa Real británica no tardaron en lanzar críticas feroces, acusando a la exactriz de Hollywood de instrumentalizar a sus hijos para mantener viva la maquinaria mediática que rodea a los Sussex.
La privacidad de Archie y Lilibet en entredicho por las imágenes filtradas
Desde que Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron renunciar a sus deberes reales en 2020, ambos han defendido la privacidad de sus hijos. De hecho, las pocas imágenes que han circulado de Archie y Lilibet suelen mostrarlos de espaldas o con el rostro oculto. Por eso sorprendió tanto que, en pleno rodaje, la duquesa dejara verlos en un papel casi protagonista, aunque sin mostrar directamente sus caras. Las críticas apuntan a una supuesta contradicción: ¿cómo es posible reclamar privacidad y, al mismo tiempo, exhibir a los pequeños como parte del “decorado” de una producción de Netflix? Muchos ven en esta estrategia un intento calculado de mantener el interés mediático en torno a la familia, en un momento en que los Sussex luchan por consolidar su imperio audiovisual.
La vida en Montecito y la polémica estrategia de Meghan Markle
La segunda temporada de “With Love, Meghan” se rodó, en gran medida, en una casa alquilada cercana a la mansión de los Sussex en Montecito, California. Con ello, Meghan buscaba proteger su vida privada, pero esta aparente decisión de equilibrio se ha visto empañada por la filtración de imágenes familiares. Para muchos detractores, esta jugada demuestra que la línea entre lo íntimo y lo público está más difusa que nunca en la vida de la pareja.
Más allá de las polémicas, las imágenes dejaron ver un curioso detalle: los hijos de Meghan han heredado la característica melena rojiza del príncipe Harry, un rasgo que desató una ola de comentarios en redes sociales sobre la genética Windsor. Además, en una de las anécdotas relatadas por Meghan, se supo que los pequeños a veces imitan un acento británico, sobre todo en palabras específicas, lo que demuestra la influencia cultural de su padre pese a estar creciendo en suelo estadounidense. El estreno de la nueva temporada no solo llamó la atención por la presencia de los hijos de Meghan, sino también por la inesperada participación del reconocido chef español José Andrés. En una de las escenas detrás de cámaras, se le ve cortando jamón junto a la duquesa, mostrando la cercanía de la familia con el fundador de World Central Kitchen.
La relación no es casual: los Sussex han colaborado en múltiples proyectos humanitarios a través de su fundación Archewell, enfocándose en combatir la inseguridad alimentaria en comunidades vulnerables. Sin embargo, algunos críticos aseguran que estas colaboraciones forman parte de una estrategia de marketing cuidadosamente diseñada para reforzar la imagen filantrópica de la pareja en Estados Unidos.