La Casa Real de Holanda vive ahora uno de sus peores momentos. La reina Máxima está desolada: han encontrado muerta a su hermana pequeña. Inés Zorreguieta ha muerto este miércoles, las autoridades han encontrado su cadáver en la casa que tiene en Buenos Aires. La noticia ha sido muy lamentada, ya que la joven sólo tenía 33 años.
Las primeras informaciones presumen que se ha tratado de un suicidio, las autoridades todavía lo están investigando, pero se dice que se habría colgado con un cinturón que colocó en el pomo de la puerta de su habitación. Diferentes fuentes confirman que sufría una fuerte depresión y había sido ingresada hace unos años porque sufría trastornos alimenticios.
Inés Zorreguieta estudió Psicología, trabajó en la ONU de Panamá y posteriormente en el Ministerio de Desarrollo Social de Buenos Aires. Su designación como directora del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales causó un gran alboroto, porque muchos aseguraban que había habido un trato de favor.
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La inesperada muerte de Inés ha supuesto un golpe muy duro para Máxima, ha cancelado todos los actos de su agenda para desplazarse a su Argentina natal. Hace menos de un año que tuvo que hacer lo mismo al morir su padre, y ahora tiene que volver otra vez a su tierra para acudir a un funeral muy doloroso.
El drama recuerda al que vivió la reina Letizia ante la muerte de su hermana Érika hace once años. La última vez que coincidieron las monarcas fue, precisamente, en un funeral: el de Karam de Bulgaria en el 2015.
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Pero como decíamos, los casos son bastante similares. El cadáver de la pequeña Ortiz se encontró en su casa de soltera con sólo 31 años. Licenciada en Bellas Artes, directora de comunicación de una revista, separada y madre de una niña de seis años. Murió cuando hacía un mes y medio que había cogido una baja, presuntamente por depresión. Una enfermedad que finalmente la habría llevado a suicidarse.
Letícia asistió al funeral acompañada de su marido, llorando como nunca y agradeciendo el apoyo de los medios de comunicación. Embarazada de Sofía, todo el mundo se solidarizó con una monarca completamente rota.
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Ahora es Máxima de Holanda quien pasa por un dolor indescriptible, a pesar de los numerosos mensajes de ánimos en un momento horrible. La hermana era su protegida, fue dama de honor en su boda y madrina de su hija pequeña. Ante esta situación, la familia real ha emitido un comunicado expresando que la monarca está "conmocionada y desolada". Una pesadilla que acaba de empezar...