La reina Letizia no trabaja los fines de semana, salvo que sea estrictamente necesario. Evita los focos. Es su rutina. Si no hay acto oficial, desaparece. Se queda en casa. O se escapa. Así ha sido, otra vez, este pasado fin de semana.
Mientras Leonor, su hija, llegaba a Marín tras meses navegando en el Juan Sebastián Elcano, Letizia no estaba allí para recibirla. Ni ella ni Felipe VI. Una ausencia llamativa. La razón oficial: no querían eclipsarla.
Felipe VI y Letizia, cada uno por su lado el fin de semana
El rey viajó al Reino Unido. Fue a ver la final de Wimbledon, con Carlos Alcaraz como protagonista. Una cita deportiva con foco internacional. Felipe aprovechó para reforzar su imagen cercana. Más informal. Más moderna.
Letizia, por su parte, emprendió su propia escapada. Hace tiempo que este es el modus operandi de la pareja. Desde hace años, la relación con Felipe está rota. Lo han disimulado bien, pero no hay convivencia. Solo un pacto, un acuerdo por la corona y por Leonor. Actúan como un equipo institucional. Pero en lo personal, cada uno hace su vida.
Letizia vive en el Pabellón del Príncipe, mientras Felipe está en Zarzuela junto a su madre, la reina Sofía. Y todo ello mientras la vida íntima va por otro camino. La prensa más veterana en temas de Casa Real, como Pilar Eyre, lo ha contado con claridad: no hay amor, solo protocolo.
Letizia interrumpe su fin de semana
En este escenario, Letizia ha sido relacionada con varios hombres por expertas como Laura Rodríguez o Maica Vasco. Se ha hablado de un empresario catalán, de un director de cine gallego… Y como muchos fines de semana, Letizia tenía planes privados. Nada oficial. Un viaje en solitario, aunque no del todo. Otra vez, se habría desplazado acompañada. Y no preveía reaparecer hasta el miércoles, en el acto de entrega de los despachos de alférez a los cadetes que completan este año su formación en las Fuerzas Armadas. Allí estará Felipe y reaparecerá ella. Pero la escapada se truncó.
Según varias fuentes, Letizia ha regresado antes a Madrid. El motivo habría sido una fuerte discusión. Una crisis en plena escapada. Un enfrentamiento que forzó su vuelta precipitada. No estaba previsto y nadie lo esperaba, pero sucedió.
Este tipo de escapadas son habituales. Letizia busca aire. Espacios propios. Compañía discreta. Pero esta vez, algo se torció. El viaje terminó antes de tiempo.