La princesa Leonor ha sorprendido con una decisión que rompe con una de las tradiciones más simbólicas de la Familia Real Española. A diferencia de su padre, el rey Felipe VI, Leonor no realizará el curso de piloto de helicópteros en la base aérea de Armilla (Granada). Se trata de uno de los centros de formación aeronáutica más prestigiosos del país. Según fuentes cercanas a Palacio, la heredera al trono sufre vértigo y un profundo miedo a volar, algo que habría influido directamente en esta modificación de su plan de estudios. De hecho, fuentes del entorno del Juan Sebastián Elcano, afirman que las fotos tomadas a Leonor realizando maniobras en las alturas ya fueron realizadas bajo un control estricto y durante un periodo muy corto de tiempo.
La base de Armilla, donde el entonces príncipe Felipe se formó como piloto en los años 80, es conocida por impartir una formación en navegación, meteorología y maniobras de vuelo real en distintos modelos de helicóptero. Durante décadas, ha sido una etapa obligada para miembros de la realeza con aspiraciones al mando militar. Por ello, la ausencia de Leonor en esta etapa de formación ha generado un fuerte contraste con la formación recibida por su padre.

Leonor se escaquea del curso de pilotaje de helicópteros
Aunque oficialmente se ha explicado que la princesa seguirá un plan formativo más moderno y transversal, la realidad apuntaría a una razón más humana y delicada: su pánico a volar. Tal como han revelado fuentes internas del Ejército del Aire, Leonor habría manifestado ansiedad ante la posibilidad de volar en aeronaves, especialmente en helicópteros, debido a su sensación constante de inestabilidad y episodios relacionados con el vértigo.
Como alternativa, Leonor recibirá formación teórica sobre pilotaje y prácticas en simuladores durante su paso por la Academia General del Aire en San Javier (Murcia), donde iniciará su tercer año de instrucción militar en septiembre. Pero no participará en el curso oficial de pilotaje en Armilla, lo que elimina cualquier posibilidad de recibir el título de piloto de helicópteros.

Una formación militar a medida de la princesa Leonor
Esta situación plantea una ruptura con la tradición castrense de la monarquía, donde el contacto directo con las Fuerzas Armadas ha sido considerado un pilar esencial de la preparación del heredero. Sin embargo, desde la Casa del Rey y el Ministerio de Defensa se ha querido presentar esta modificación como parte de una revisión estratégica de la formación de la futura jefa del Estado. Y no sería el primer privilegio del que disfruta la princesa. Se dice que también ha sido liberada de las tareas más duras en el Elcano y en el Blas de Lezo, donde se encuentra actualmente.
Leonor está recibiendo, además, una formación más enfocada en el liderazgo institucional, la diplomacia internacional, y el manejo de lenguas extranjeras. Habilidades que serán clave en el ejercicio de sus funciones como reina en una monarquía española más actualizada. Aun así, su temor a volar no deja de ser un dato llamativo y poco habitual en una figura destinada a representar la unidad de las Fuerzas Armadas.